Percy Diez Quiñones, profesor y coordinador del Observatorio Tecnológico de la Universidad de Lima, nos comenta en la presente entrevista su visión sobre el impacto que la Inteligencia artificial (IA) está generando entre los usuarios y los cambios que generara en la web.
Se está hablando mucho de que entramos en la era de la “Web 3.0”, en la que impera la IA y una reconversión del uso de internet ¿Cómo describiría el rol de la IA en esta nueva etapa?
Las soluciones a necesidades más complejas de las personas, empresas y todo tipo de organizaciones siempre se logran a través de la combinación de múltiples tecnologías. En el caso de los productos que surgen basados en IA, su rol será complementar tareas para las que usualmente se requería análisis y conexión de datos, comprensión profunda de diferentes tipos de medios (texto, audio, video, imagen, etc.), así como la generación de diseños y creación de contenidos. Por ejemplo, si antes yo tenía que armar un documento a partir de diferentes piezas con el apoyo de tecnología (como un procesador de texto para armar y formatear el documento, un programa de diseño para hacer diagramas o imágenes, un buscador para indagar en internet, etc.), en los próximos meses surgirán herramientas para hacer todo esto en segundos. El siguiente paso será preguntarnos si realmente necesitaremos ese documento o más bien tenemos que saltarnos ese paso y automatizar directamente la necesidad que requirió el documento.
¿Qué pasará con los navegadores y la forma en que se interactúa en la red con el auge de ChatGPT y todos los programas similares?
En un principio los navegadores accederán a buscadores con chats basados en IA generativa de texto (la tecnología detrás de ChatGPT), que serán integrados como una opción adicional para realizar una búsqueda más compleja que requiera la elaboración de una respuesta similar a la humana, no solo de una lista de sitios web. Eventualmente estos chatbots estarán integrados en la mayor parte de herramientas digitales que usamos y funcionarán como asistentes que permanentemente no solo prepararán resultados para nosotros, sino también estarán monitoreando nuestro trabajo para optimizar y detectar errores e incluso corregirlos.
¿Qué significa y qué implica la masificación de estas herramientas de IA?
La masificación de IA será mayor y con más velocidad porque las herramientas ahora son más simples de usar. Por ejemplo, no se requiere nada de entrenamiento para empezar a usar ChatGPT. Sin embargo, para usarlo óptimamente sí se requiere perfeccionar la forma correcta de dar instrucciones, dado que de un pedido mal formulado se obtiene una respuesta incorrecta.
En cuanto a lo que puede implicar, eso dependerá de las personas y empresas. Solemos pensar que las tecnologías surgen rápidamente, que aparecen de una manera tan súbita que no nos dan tiempo de adaptarnos, pero la realidad no es así. Si las tecnologías a veces nos sorprenden y no nos adaptamos rápido es porque no empezamos a verlas de manera temprana.
¿El debate en torno a las implicancias del uso de estas herramientas está orientado de forma adecuada o nos estamos perdiendo de mirar lo más importante?
Hay varios frentes de debate y pienso que todos son importantes. Es clave revisar cómo debe ser regulado y normado su uso tanto a nivel del país como a nivel global, para preocupaciones válidas como derecho de autor, protección contra copias, validez de la diversidad y variabilidad de la data que se usó para entrenar la IA (para evitar sesgos), entre otros. Por otro lado, todo tipo de organizaciones deben explicitar en sus códigos de ética qué se espera del uso y la autoría con el soporte de la IA.
¿Qué se espera y qué se viene con el mayor uso de estas herramientas? ¿Qué nos ofrecen y que permitirán lograr?
Lo que se espera es un incremento masivo de herramientas que combinarán las tecnologías consolidadas con las emergentes, lo que nos ayudará a ser más productivos y a replantear nuestra forma de trabajo. Eso nos motivaría a enfocarnos en otros aspectos a los que podríamos dedicar más tiempo. Por ejemplo, si para preparar una presentación a un directorio antes me tomaba seis horas, ahora la podría realizar en cinco minutos y más bien invertir el resto del tiempo en analizar, diagnosticar, proponer alternativas, etc.
¿Cómo vamos en el mercado peruano en cuanto a uso, estudio y aprovechamiento de ChatGPT y tecnologías similares? ¿Qué más podemos hacer?
Las empresas con mayores recursos están dedicando tiempo y esfuerzo para comprender estas tecnologías e integrarlas en sus operaciones. Desde el Observatorio Tecnológico de la Universidad de Lima sugerimos realizar la siguiente reflexión individual: estamos en mayo del 2023, han pasado siete meses desde que apareció ChatGPT, ¿ya estás usando esta herramienta a nivel personal o laboral?