En la inauguración del Simposium TICAR 2022 se hizo un llamado a implementar tecnología como apoyo al logro de objetivos de sostenibilidad y se pidió al Estado estabilidad social y política para impulsar el sector.
Tras dos años de eventos virtuales, debido a la pandemia de la Covid-19, el Simposium TICAR 2022 (Tecnologías de la Información, Telecomunicaciones, Automatización y Robótica), volvió a su modo presencial en su XIII edición.
Durante la inauguración, Raúl Jacob Ruisánchez, presidente de la SNMPE, destacó que los retos para el sector minero-energético son enormes, pero hay oportunidades que se pueden aprovechar en los nuevos proyectos en carpeta. Unos ¾ de dichos proyectos son eco-amigables, es decir trabajan con energía limpia, renovable, enfatizó.
En su presentación detalló que existen 46 proyectos mineros a la vista, valorados por más de US$ 56 mil millones y 62 del sector energético valorados en US$ 8500 millones. Lo que falta, añadió, es estabilidad en el entorno político y un marco legal predecible, sin cambios, que de las facilidades para concretar las inversiones.
Las empresas con operación local ya están trabajando en el uso de energía limpia para reducir la huella de carbono con ayuda de la tecnología y así poder llegar a la meta global de cero emisiones para el 2050, dijo, pero las inversiones están entrando a un periodo de reducción por los problemas políticos y los conflictos sociales inadecuadamente resueltos.
Hasta el 2015 hubo mucha inversión, pero los US$5242 millones invertidos en minería el 2021 y similar cifra para el 2022 se verán afectados y por eso se teme una caída, llegando a solo alrededor de US$2000 millones de inversión en mantenimiento para los próximos años, dado que los dos grandes proyectos ya arrancaron operaciones y no se están activando los nuevos en cartera.
El sector minero-energético aporta el 13,2% de la producción nacional y genera el 68% de las exportaciones, además de proveer 1,9 millones de puestos de trabajos entre directos e indirectos, detalló. Además, dijo, se ha recuperado los volúmenes de producción previos a la cuarentena y hay un crecimiento en producción de energía limpia, pero se requieren facilidades para continuar con nuevas iniciativas sostenibles, sobre todo cuando se prevé un alza de la demanda de cobre justamente para que otros cumplas sus objetivos de reducción de huella de carbono.
“Estamos ante una gran oportunidad para aplicar nuevas tecnologías en bioseguridad, por ejemplo”, afirmó tras resaltar que las mineras ya están preocupadas de la ciberseguridad, mejoras en la conectividad y en herramientas inteligentes que eleven la productividad, además del trabajo remoto que evita accidente en zonas riesgosas.
Hoy el 96% de peruanos tiene electricidad de fuente limpia y en zonas rurales se cuadriplico el acceso a energía en últimos 20 años gracias a que la producción eléctrica se triplicó, precisó. Eso demuestra que estamos avanzando en ese camino y esa es la ruta que vamos a seguir.
Eventos como el TICAR, permiten reflexionar sobre el rol de la tecnología en este proceso de cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible (ODSs), remarcó a su turno Silvia Dioses, presidenta del Comité de Tecnología e Innovación de la SNMPE.
Contar con más de 500 asistentes de los tres sectores involucrados (minería, hidrocarburos y electricidad) inscritos desde una semana antes al evento, superar los 300 expositores nacionales y extranjeros y la participación de más de 100 empresas proveedoras muestran el interés que hay en adoptar estas soluciones tecnológicas que ayudan a la sostenibilidad, que es la agenda del evento, añadió Peter Yamakawa, decano de ESAN Graduate School of Business.