Duras críticas recibió la decisión de Elon Musk, propietario de Twitter, de establecer límites de lectura a los usuarios de la plataforma como parte de una estrategia por frenar el libre acceso a los millones de datos que realizan las soluciones de Inteligencia Artificial.
Es en redes sociales de uso “gratuito” donde los usuarios compartimos cada vez más de nuestra información. Pero esa gratuidad no es tal: pagamos con nuestros datos, y lo pagamos porque nos recompensa con visibilidad por compartirlos. Ese es el secreto que hace de éste un modelo sostenible. Así, tenemos más personas dispuestas a entregar data cada vez más profunda a una audiencia cada vez mayor y más invertida en estos contenidos. Luego, la empresa sólo debe minar la información que llega a sus manos, analizarla para definir patrones de consumo y vender audiencias precisas, negocio multimillonario detrás de Alphabet y Meta, y también de aquellos que se sirven de manera externa del acceso libre a esa información.
Pero esos usuarios no son la única audiencia: ahora tenemos superconsumidoras de información, que son las nuevas alternativas de Inteligencia Artificial (IA) que circulan en el mercado actualmente, empezando por ChatGTP. Éstas logran sus resultados al “leer” y procesar infinidad de data de libre acceso. Por ejemplo, una aplicación que genera ilustraciones, primero debe consumir millones de imágenes accesibles, muchas de las cuales están alojadas en redes sociales. Y lo mismo sucede con los textos. No surgen de la nada.
Consumo de recursos
Hoy, si bien estas IAs están realizando la misma acción que un usuario de estas redes al consumir la información, la diferencia radica en la velocidad y el volumen del procesamiento, que son considerablemente mayores a las de una persona. La infraestructura que soporta las redes sociales, diseñada alrededor de una tipología de uso, se ve simplemente avasallada, y las compañías deben pagar para ampliar sus capacidades sólo para mantener la red operativa para sus usuarios.
Frente a ello, Twitter endureció primero su política de acceso vía APIs para monetizar a estos terceros que cargan su infraestructura para hacer procesamiento en masa, como en su momento hizo para sacar del mercado a clientes no oficiales (estrategia que culminaría en enero con la inhabilitación de las APIs a las que las restantes aún se conectaban de manera paga). Así, varias aplicaciones de terceros sin presupuesto para acceder al pago tuvieron que cerrar, quedando sólo las grandes. Poco después, en abril, hizo lo mismo Reddit y dieron la misma razón que Elon Musk: los modelos de IA estaban recolectando y usando sus datos de forma indiscriminada para entrenarse.
Pero esto no fue suficiente, estos sistemas poseen la habilidad de “leer” el contenido desde los accesos públicos sin conexión a APIs. Debido a ello, Musk anunció, Twitter ha implementado limitaciones en el acceso al contenido: permitirá leer hasta 10 000 posts por día a los usuarios de Twitter Blue (suscripción de S/439 al año) y 1000 a los gratuitos. Para poder implementar la restricción, ahora será obligatorio tener una cuenta de Twitter para poder visualizar cualquier contenido que resida en ella.
Solución que desincentiva
Todo parece indicar que, además de frenar la extracción de datos desde la web por parte de sistemas automáticos por fuera de APIs, la medida también apunta a poder revertir los números en rojo de la red, pues vienen arrastrando resultados comerciales negativos por un largo periodo. Los más suspicaces intuyen que en Twitter se pondrán a entrenar su propia IA y competir con ChatGTP, u otros similares.
Pero la controversia que ha despertado esta medida no está en las limitaciones diferenciadas, sino en cómo afectará la usabilidad de usuarios gratuitos. Ellos, explica nuestro Jefe de Marketing Carlos E. Zúñiga, son generadores tanto de contenidos como de las vistas que vuelven a Twitter una plataforma atractiva para otros usuarios y anunciantes, y no tienen control sobre cuáles serán los tweets que consumirán su cuota diaria. Esto podría empujarlos a modificar sus hábitos de uso en la plataforma, lo cuál reduciría el impacto de todas las publicaciones, pagadas y gratuitas por igual, lo que desincentivaría tanto el uso como las suscripciones. A esto se suma, explica Zúñiga, la obligatoriedad de que el usuario esté loggeado en la plataforma para poder consumir cualquier contenido de la red, pues elimina de facto el modo de previualización que en el pasado servía para convencer a potenciales usuarios de darse de alta en el servicio. La suma de ambas, acabarían por sumir en la práctica a la red en una espiral de desgaste.
Ragi Burhum, científico de datos peruano, coincidió con esta lectura al comentar en su cuenta de Twitter que esta medida de monetización va a causar fricción y reducir el crecimiento de la compañía, lo que a la larga puede ser perjudicial. Sin embargo, es más optimista pues cree en una reversión de la decisión tomada. “Teniendo en cuenta que la fricción reduce el uso, dudo que el límite impuesto, en su versión actual, dure”, afirmó. Esta medida reduce el tiempo dedicado a la aplicación, que es la métrica más esencial de una red social. “Es un error y no va a durar”, sentenció.
El impacto ya se deja entrever en los picos de nuevas cuentas en otras plataformas relacionadas al microblogging como BlueSky (creada por uno de los padres de Twitter), Mastodon, Post, o de funcionalidades parecidas, tales como Discord o Telegram.
Pero más allá del rechazo de usuarios y su posible migración masiva a otras redes, otro gran perjudicado puede ser Google. Como explica Javier Pastor en el portal Xataka, “los últimos movimientos de empresas como Reddit o Twitter están provocando un efecto preocupante: de repente millones de resultados de búsqueda pueden llevar a enlaces rotos”. Esto difícilmente va a empujar a Google a la quiebra, explica Pastor, porque puede pagar por APIs para seguir usando las redes en la labor de entrenamiento de IAs. Zúñiga añade que además tienen el control sobre sus resultados de búsqueda y “apenas aquellas realizadas a demanda de sus usuarios empiecen a devolver más de un vínculo roto debido a esta restricción, Google empezará a eliminar estos vínculos de Twitter de su plataforma, invisibilizándola, con lo cual Twitter estaría perdiendo por partida triple”.
Sepa más: Los ingresos de Twitter bordean los US$/ 5077 millones. Las pérdidas van por los US$/-221,41 millones y los usuarios monetizables son 238 mil.