En el lanzamiento del Programa #MásPoderAdolescente, se potenciarán las habilidades para el empoderamiento de jóvenes de Huancavelica, Loreto, Ucayali y distritos de Lima Norte. Se busca acortar la desigualdad e incrementar su acceso a una adecuada formación que les permita lograr su bienestar.
El embarazo adolescente, o el matrimonio temprano, son unas de las principales razones por las que las mujeres dejan de estudiar y se vuelven dependientes económicamente de sus parejas, soportando incluso violencia por no tener recursos para emanciparse. Ante esta realidad, Unicef viene gestionando una serie de proyectos en la región que buscan empoderarlas para que tengan un mejor porvenir.
Así como en Bolivia se está desarrollando un programa que busca que más adolescentes y jóvenes estudien carreras ligadas a la ingeniería y las matemáticas, en Perú han lanzado al cierre de junio el Programa #MásPoderAdolescente, el cual tiene como objetivo lograr que en los próximos dos años se empoderen a 10 mil adolescentes mujeres líderes de 14 a 18 años residentes en las regiones Huancavelica, Loreto, Ucayali y la Municipalidad de Carabayllo en Lima Norte.
Javier Álvarez, representante de Unicef en Perú, comentó que #MásPoderAdolescente será financiado con fondos propios y trabajará en alianza con el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y los gobiernos regionales. El éxito de este programa como algo sostenible en el tiempo, añadió, requiere que la actuación del Estado sea multidimensional y multisectorial.
En ese sentido, Ivonne Urriola Pérez, especialista regional de género de Unicef, destacó que este programa es multisectorial porque permite abordar la problemática desde distintos sectores e intenta promover el vínculo con instituciones y políticas públicas, convirtiéndose en un ejemplo de coordinación del que pueden aprender los otros países del continente. Los otros programas peruanos que se han ido desarrollando, dijo, también coinciden con esta perspectiva.
Como se recordará, el mes pasado se desarrolló la hackaton “Hackeando desigualdades”, impulsada por Unicef como parte de su iniciativa global “Skills 4 Girls” en el marco del proyecto +ChicasTEC. Según informaron, el programa se orientó a visibilizar el potencial de las adolescentes en el ámbito de la ciencia y la tecnología con programas de formación en programación y diseño web, un campo en el que solo tres de cada diez son mujeres. Este año un grupo de 100 adolescentes culminaron su proceso de formación y participaron del citado evento desarrollando soluciones innovadoras a problemas propuestos por diferentes empresas del sector privado.
“Creo que es muy importante que les demos oportunidades equitativas a las mujeres adolescentes. Debemos empoderarlas y darles todas las oportunidades que ellas necesitan para que puedan desarrollarse y desenvolverse en una sociedad más justa”, comentó Leyda Gonzales Solorzano, CTO de eBIZ.
Estudios realizados por Unicef en distintos países muestran que, en casi todas las variables relacionadas con el desarrollo, las adolescentes mujeres son las que quedan más rezagadas como consecuencia de un sistema que subordina y resta valor a las adolescentes. Es por ello que en el 2022 lanzaron su estrategia global “Reconstruyendo la igualdad con y para las adolescentes mujeres” de la que forma parte el programa peruano #MásPoderAdolescente.
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Nancy Tolentino, expresó que se necesita un cambio social ante el machismo instalado. El ministerio está trabajando diversos proyectos que buscan llevar a las niñas a estudiar carreras cortas para que entren a trabajar al mundo de la tecnología o campañas para denunciar discriminación, además del diseño de las políticas pertinentes, dijo.
“Tenemos que empezar a mirarlas como iguales y libres de violencia. La principal barrera es la violencia por el simple hecho de ser mujer (…) Hay que darles posibilidades. Escucharlas. Ir con ellas caminando. Implementar las políticas públicas. Que sepan que las niñas pueden hacer sus sueños realidad. Decirles estudia, para que nadie te maltrate ni te discrimine. Lo necesitan, lo merecen y es justo”, enfatizó.
Las adolescentes Dayana Carrión (+Chicas Tec), Nathalia Jiménez (CCONNA de Carabayllo) y Jackeline Arce (Comulia), que participaron en el evento, destacaron algunas cifras que muestran la situación que viven muchas mujeres en el país. Refirieron que en los dos últimos años de pandemia se han elevado las principales barreras para que las jóvenes estudien: el embarazo adolescente y el matrimonio temprano. El 23% de las jóvenes interrumpieron sus estudios por estas razones, enfatizaron, cifra superior a años anteriores, y el 68% de los casos de violencia contra mujeres fueron a menores de entre 12 y 17 años.
“Quienes más sufren por la maternidad no deseada y la violencia son quienes no tienen canales para expresar su voz, no acceden a educación e información adecuada. Es por eso que estos programas son tan importantes”, reafirmó Remarcó Xiomara Rocca, lideresa del Consejo Consultivo de Niñas, Niños y Adolescentes (CCONNA).
Hay diferentes campañas para erradicar la violencia, añadió, pero desde el Estado se debe garantizar esos espacios para opinar y aprender, no del modo “adultos céntricos”, sin presencia de niñas, sino incluyéndolas en el proceso de empoderamiento y fortalecimiento de capacidades para demostrar que todas son capaces de idear proyectos innovadores, remarcó.