Lima fue, una vez más, la ciudad elegida para empezar la gira por América Latina del Red Hat Summit: Connect 2025. Se trata del principal evento de tecnología open source de la región, el cual se centra este año en la inteligencia artificial (IA) como una fuerza híbrida y abierta que está redefiniendo la industria. El evento se desarrolló en Lima el miércoles 01 de octubre y continuará en Uruguay, Argentina, Brasil, México, Chile hasta finalizar en noviembre en Colombia.
El Red Hat Summit: Connect 2025 en Lima mostró cómo la IA puede ayudar a las organizaciones a «hacer más con menos». Incluyó desde la presentación de Enrique Loyola, Territory Services Manager de Perú, hasta la exposición de varios casos de éxito. También estuvo María Bracho, CTO de Américas and Global Partner Ecosystem at Red Hat y Victoria Martínez, Business Development Manager, Artificial Intelligence, Latin America at Red Hat, quienes detallan su perspectiva sobre la materia en esta entrevista.
¿Cuál es la relación o cómo se conecta la cultura del código abierto con la con la con la cultura de la inteligencia artificial y qué implica para las empresas y los clientes?
María Bracho: Para mí el tema de inteligencia artificial nace –y continúa siendo muy evidente– en la comunidad académica. La academia, para mí, ha sido la cuna de la cultura open source. ¿Por qué? Porque desde los principios de la historia hemos tenido información, pusimos la información de manera escrita y la compartimos con todo el mundo.



En el área de las comunidades académicas siempre ha existido este concepto de: tener avances tecnológicos y luego revisarlos por otras instituciones universitarias o académicas para ver cómo estamos moviéndonos. La inteligencia artificial también nace en una en una comunidad open source, una comunidad que comparte y sigue creciendo. Hoy por hoy, esa comunidad sigue siendo la que está marcando la batuta. Por supuesto, siempre hay intereses comerciales, pero sabemos que la innovación, hoy por hoy, pasa en el open source.
Victoria Martínez: Algo importante es que, cuando hablamos de soberanía digital y empezamos a decir «Necesitamos democratizar el acceso a la inteligencia artificial», tenemos las bases abiertas del open source. ¿Por qué? Porque todos pueden acceder, porque es un servicio abierto. El tener control sobre esa tecnología también es el open source. Y hoy, cuando hablamos del uso responsable de la IA necesitamos dos componentes: definir, obviamente, qué quiero medir y después la explicabilidad.
La explicabilidad significa que en cada decisión automatizada con IA necesito saber cómo se toma y dar explicaciones por esa decisión. Si trabajo con herramientas o modelos open source, tengo esa explicabilidad desde el nacimiento y empiezo a construir la confianza desde el diseño de la arquitectura y la elección de los modelos. Todo eso tiene una base de tecnología open source.
«La explicabilidad significa que en cada decisión automatizada con IA necesito saber cómo se toma y dar explicaciones por esa decisión».
Victoria Martínez, Business Development Manager, Artificial Intelligence, Latin America at Red Hat
María Bracho: Y en ese mismo punto [entra a tallar] la soberanía. Citando ejemplos reales, Alemania define la soberanía de datos relacionados a la IA, como la capacidad de tener control de los datos, saber quién los opera, cómo funciona la tecnología, la explicabilidad de la que hablaba Victoria, pero también el poder modificarlos. Y para poder modificar, la única manera es con herramientas y componentes de IA que sean de código abierto. Esa es la verdadera manera de poder tener seguridad y control.
Claro, porque siempre existe el miedo, ¿no? Si todo es abierto y todo el mundo lo tiene a su alcance, se corren riesgos, uno imagina que algo puede pasar…
María Bracho: Pero es contraintuitivo, ¿verdad? Es contraintuitivo pensar cómo es posible que sea tan seguro [si todos tienen acceso al código]. Lo es, precisamente porque hay muchos ojos viendo el mismo código. Ahora, la implementación la puedes hacer tú, en tu ambiente, con todas tus herramientas de seguridad, pero el código abierto te permite que montones de gente, muchos ojos, estén pendientes de que no haya vulnerabilidades, de que la manera de implementación sea segura.
Y en términos de innovación, ¿cómo queda el rol del humano versus la máquina?
María Bracho: Bueno, eso es superinteresante. Yo he pensado mucho sobre este tema: ¿Qué nos queda a nosotros? Es muy posible que, si seguimos simplemente preguntando a la IA y tomando todas esas respuestas, estemos perdiendo un poco de la esencia de aprender cosas nuevas, pero todos nosotros tenemos algo en lo que somos expertos y podemos entrenar a la IA para potenciar el cambio.
«[E]l código abierto te permite que montones de gente, muchos ojos, estén pendientes de que no haya vulnerabilidades, de que la manera de implementación sea segura».
María Bracho, CTO de Américas and Global Partner Ecosystem at Red Hat
Yo creo que nos va a quedar mucho más tiempo para poder vivir y y tener experiencias humanas dentro del mundo de una manera que la IA simplemente no va a poder hacerlo. Espero que en algún futuro nos quede más tiempo para poder disfrutar de nuestra experiencia humana en el mundo, mientras que la IA nos ayuda a ser más efectivos.
Victoria Martínez: De hecho, hay algo que nosotros trabajamos mucho con los clientes en las implementaciones: hablamos de inteligencia aumentada: yo uso la inteligencia artificial para ser más eficiente, pero no reemplazo la decisión humana, que siempre va a estar en el plano que tiene que estar. Lo que hacemos es, tomar toda la parte operativa, que nos lleva mucho tiempo, aquella donde no aportamos más. Se está usando mucho a veces en, por ejemplo, videovigilancia. Una persona mirando 10 monitores al mismo tiempo, no es efectivo. Que la persona después pueda ver las métricas que están obteniéndose los algoritmos, para fijarse en ciertas anomalías o patrones que pueden ser peligrosos, entonces ahí agregamos valor.
La inteligencia aumentada es como el concepto de lo que hoy realmente estamos implementando, porque no se está reemplazando. Que después haya algunos procesos que sean candidatos a que les tengamos cierta confianza, porque son muy operativos y pueden automatizarse, eso se está viendo. Pero hoy estamos dentro del proceso de inteligencia aumentativa.



¿Y cómo está reaccionando América Latina y particularmente el Perú a esta nueva tendencia? ¿Qué tanto la están integrando y asumiendo?
María Bracho: Yo creo que vemos muchísima interacción y experimentación en la nube. ¿Por qué? Yo creo que [se debe a que] se necesita hardware especializado y eso pocas compañías a nivel mundial lo han podido capturar. Pero la IA no es específicamente limitada a la nube. De hecho, ni siquiera lo estamos utilizando de una manera cloud native. Vemos mucha experimentación en ese ámbito, pero: ¿qué verdadero valor al negocio estoy teniendo con este uso? Creo que estamos todavía en un journey, en un proceso de aprendizaje. Estamos aprendiendo qué es posible y cómo incluirlo o llevarlo a nuestro negocio. Preguntabas antes dónde queda el humano. Estamos automatizando, porque la IA es como una automatización en esteroides. Estamos viendo cómo podemos hacer el outsourcing de muchos procesos de negocio a la IA. Nos queda responder a la pregunta: «¿Qué más puedo hacer? ¿A dónde quiero ir?».
Victoria Martínez: En el Perú hay ciertas industrias que siempre están llevando la delantera –y no es un tema solo del Perú, sino que pasa en general en la región– como la banca, donde hay muchas pruebas de concepto y muchas tecnologías en una nube. Vienen y nos dicen: «Tengo exceso de costos, no puedo seguir así». Es decir, todas las pruebas de concepto siempre funcionan bien. Todos son felices y dicen: «¡Qué rápido!». Antes teníamos proyectos que necesitábamos mínimo de 6 meses o un año para tenerlo en producción. Hoy la construcción se está dando en 10 días. Estamos teniendo implementaciones de agentes IA en 45 días y ya no en 90. Los tiempos se han acortado. Los dolores que nos comparten son los [altos] costos y nosotros vemos cómo podemos ayudarlos a mitigarlos con tecnologías open source.
Pero hay temas que a veces dejan de lado, como el compliance y la privacidad. La exigencia está en Perú, o sea, tenemos la misma exigencia de [protección] de los datos que en otros países. Hay bancos centrales que están empezando a bajar ciertas regulaciones y vienen los clientes diciendo: «Estoy preocupada ¿Cómo es esto? ¿Cómo lo hago?». Bueno, nosotros vemos los componentes que tenemos para ayudarlos […] Entonces, se están dando los pasos, hay un proceso de maduración, pero estamos viendo cómo lo pueden escalar a casos que realmente tengan un impacto en el negocio.
«Yo creo que vemos muchísima interacción y experimentación en la nube. ¿Por qué? Yo creo que [se debe a que] se necesita hardware especializado y eso pocas compañías a nivel mundial lo han podido capturar».
María Bracho, CTO de Américas and Global Partner Ecosystem at Red Hat
Claro, porque justamente varios estudios indican que estamos en el momento de los casos fallidos, ¿no? Probé y no me funcionó…
María Bracho: Yo lo llamo aprendizaje. Estamos en ese proceso. Y la mejor manera de aprender es ensayo y error.
Aquí en Perú, además, estamos ante nuevas reglas. Recién se acaba de publicar el reglamento de la ley de IA. ¿Qué opinan sobre esto? ¿Cómo afecta las implementaciones?
María Bracho: Hay reglamentos como la Ley IA del Perú [y otros de la región] que han sido muy [alineados] con los reglamentos europeos. Pero, así como hay reglamentos, no veo mucho enforcement [aplicación]. En Asia, sobre todo en el sureste, ya hemos visto casos de bancos que han sido multados por el Gobierno porque datos identificables de ciudadanos han sido expuestos a modelos de IA que están en la nube en otras soberanías. Entonces, no solamente existe el reglamento, sino que ya está siendo aplicado.
No sé cuánto tarde Latinoamérica en tener casos semejantes, pero definitivamente nuestra responsabilidad, como personas que trabajamos en la tecnología y entendamos cómo funciona todo esto, es decirles: «Oye, cómo utilizamos y cómo implementamos la IA puede tener consecuencias muy graves para para los ciudadanos».
«Hay reglamentos como la Ley IA del Perú [y otros de la región] que han sido muy [alineados] con los reglamentos europeos. Pero, así como hay reglamentos, no veo mucho enforcement [aplicación]».
María Bracho, CTO de Américas and Global Partner Ecosystem at Red Hat
Claro, si no se toman los cuidados adecuados, se corren riesgos. ¿Perciben el miedo al cambio que genera el uso de la IA en nuestra región? En su conferencia mencionaron que se trata no solo de tecnología, sino sobre todo de un cambio cultural. ¿Cómo vamos en ese aspecto?
María Bracho: No es solo la tecnología, es un cambio cultural generacional. Yo [tengo] miedo a la tecnología porque no la estudié: es algo completamente nuevo. Entonces, toca aprender. Pero, ese miedo yo no lo veo en las generaciones más jóvenes. Cero miedos. Y los que están en el colegio, ni se diga. Yo creo que esto no va a ser un tema de preocupación dentro de unos tres, cuatro o cinco años, cuando las generaciones más jóvenes estén trabajando.
Victoria Martínez: Con una tecnología nueva esto es inevitable. Siempre van a estar los que dicen: «Yo quiero primero» y los detractores. No solo en inteligencia artificial: es un tema psicológico [de resistencia]. Esto nos viene a sacar completamente de la zona de confort, porque ya cambió la manera en la que interactuamos y trabajamos. […] Lo importante es que, para mitigar ese riesgo, [hay que] tener control de la solución, empezar en pequeño, trabajar como open source, cuidar los datos y cumplir con las regulaciones. Todo eso va ayudando a atravesar esta ola de una nueva tecnología que estamos viviendo.
María Bracho: Es un poco lo que pasaba con la introducción de la automatización. La gente decía: «Si van a automatizar este proceso, ¿qué voy a hacer el lunes siguiente cuando venga al trabajo y este proceso ya esté automatizado?». Bueno, te toca aprender qué otro proceso puedes hacer. Ya en el tema de automatización hay mucho menos miedo. La gente ha entendido que llegó para ayudar y hacer la vida más fácil, reducir errores, etcétera. Es lo mismo con la IA, pero super acelerado, con un cambio exponencial que está tocando parte de nuestras vidas también.



Yo creo que la diferencia con la inteligencia artificial generativa que ya existía y estaba en la banca cuando hacíamos análisis de riesgo o en la telco, cuando hacíamos predicciones de dónde poner la mejor antena para mejorar la cobertura. Eso no nos afectaba la vida diaria. Pero ahora, tenemos ejemplos de inteligencia artificial generativa que nuestros hijos están utilizando y piensas: «Wow, esto va a hacer mi trabajo. Puede mandar un correo o armar un cronograma de trabajo mucho mejor de lo que yo lo haría». Toca dejar de vernos personalmente atacados y [buscar la forma de] apalancarnos con esto para ser mucho más efectivos.
¿Cómo ven el avance entre el sector público y el sector privado en la región y en el país? ¿Está despertando el sector público? ¿Unos lo usan más que los otros?
María Bracho: Los veo que van a la par. Generalmente esto tiene varios componentes. Uno, la capacidad de poder invertir, en la cual el sector privado organizadamente podría tener mucha más capacidad. Pero veo mucha colaboración entre diferentes departamentos de Gobierno para tener un espacio de nube, un ambiente de laboratorio, en el que todos pueden ir a intentar usar la IA, [evitando tener que] movilizar muchos ingresos, lo cual es mucho más complicado en el sector público. En el sector privado veo que están pensando en grande. «¿Qué hago con todos estos datos y cómo puedo repotenciar mi negocio?», dicen. Ellos saben que, si no lo implementan, van a ser canibalizado por otros que sí lo sepan utilizar.
Victoria Martínez: Opino igual: los dos sectores están a la par. Obviamente, en todo lo que es público tienen un gran cuidado por sus propias regulaciones y exigencias. Pareciera que dan menos pasos, pero sí están en muchas pruebas de concepto, viendo cómo poder invitar a los talentos para darle continuidad a todo el plan que están haciendo de renovación tecnológica.
Acaba de mencionar al talento, ¿tenemos suficientes expertos para aprovechar la IA o tenemos que aprender a desarrollar el talento?
María Bracho: Yo creo que no hay suficiente talento a nivel mundial. Pero, para manejar que estamos cortos de talento, tenemos que apalancarnos en la misma inteligencia artificial. Yo no he visto antes otra oportunidad de poder dar el salto en Latinoamérica al mismo tiempo que el resto del mundo. Estamos a la par, empezando, en pañales. Hay muchas oportunidades para Latinoamérica de ponerse a tope. Y el open source es una herramienta básica para ayudarnos, para reducirnos el costo de entrar a jugar.