La doctora Inés del Águila Ríos, directora del Instituto de Investigación en Patrimonio Cultural La Salle, nos brinda sus reflexiones sobre la trascendencia de la arqueología en la construcción de nuestro futuro como nación.
En la reciente reinauguración del Museo Multidisciplinario La Salle, un museo de historia natural y arqueología que data de 1937, la doctora Inés del Águila Ríos recordó su vocación de maestra e historiadora y nos brindó sus perspectivas de cómo esos vestigios que muestran la vida de hace cientos y miles de años atrás aportan a las nuevas generaciones que están llegando al bicentenario.
La doctora Inés, hoy directora del Instituto de Investigación en Patrimonio Cultural La Salle, cuenta que ella empezó estudiando educación en la Pontificia Universidad Católica del Perú, llegando a culminar un doctorado luego de pasar por un periodo de docencia. “Soy maestra por naturaleza y por vocación” nos contó sonriente, recordando sus pininos en las aulas escolares y el cariño que tomó a sus primeros alumnos, a quienes hoy aún mantiene en sus redes de contacto frecuente.
Su especialidad desde siempre fue la historia y la metodología empleada para enseñarla. “Tengo fe en lo que el pasado nos cuenta”, dijo. Ya desde su tesis de bachillerato coqueteó con la museología, al investigar cómo el museo y el teatro son medios que ayudan al docente en su rol. Pero esa inclinación a la investigación no acabó ahí, avanzó hasta llevarla a orientarse en los estudios arqueológicos de la época prehispánica.
“Fui avanzando y descubrí mucho sobre nuestra cultura mestiza al ser asistente del doctor José de la Puente”, dijo. “Mi fe en el Perú tiene raíces en la arqueología y el museo es la oportunidad para mostrarlo al público”, comentó luego de explicar que un viaje a Colombia a un curso de museos la terminó de animar a continuar investigando sobre ello.
Desde 1995 fue jefa del Museo de Arqueología “Josefina Ramos de Cox” y luego presidenta de la Red de Museos del Centro Histórico de Lima. Para el 2006 dio un paso formativo más y tomó una maestría en Museología en la Universidad Ricardo Palma. Entre sus publicaciones caben destacar los textos sobre Lima prehispánica que elaboró junto a la doctora Liliana Regalado.
Esos cursos, comentó, la hicieron sentirse mucho más motivada “a ensayar una serie de ideas y llevar adelante la función del museo pensándolo como una escuela abierta. Es importante que nosotros los peruanos, con nuestros problemas, tengamos este tipo de propuesta que nos permita aprender de nuestro pasado”, recalcó.
“Ver o leer los testimonios arqueológicos nos permite entender la mirada del antiguo peruano y nos lleva a comprender nuestro presente. Nos enseña a valorar la dimensión de los retos y oportunidades que nos ofrece nuestro territorio. Valoremos lo que nos tiene que contar cada antiguo poblador del Perú para forjar un sentimiento de identidad y orgullo sobre nuestras raíces. Tomemos su legado cultural y aprendamos de ellos”, comentó.
Las enseñanzas están en todos los terrenos, explicó: en agricultura, con los pisos altitudinales; en la textilería, con el manejo de los tintes y los mantos; en cerámica, arquitectura, etc. Mirarlos nos permite entender de dónde venimos, identificar nuestros talentos y encontrar soluciones a la realidad que enfrentamos en el presente atendiendo a nuestra multiculturalidad.
“Somos pluriculturales y multiculturales. Tenemos que aprender a entablar ese diálogo multicultural. Entendamos y aceptemos nuestra realidad. Los jóvenes necesitan descubrir eso en el museo y en el estudio de la historia. Que se sientan orgullosos de ser peruanos, de su historia. Que sepan vivir con firmeza su identidad cultural. Eso les permitirá renacer como el ave Fénix y superar los desafíos actuales”, sentenció.
La gran motivación en su trayectoria profesional fue el encontrar una relación no solo teórica sino de conocimiento, que se puede llevar a la práctica para redescubrir el pasado para enriquecer el futuro a través de los muesos. La educación ha de tener en ellos un aliado. “Por eso siento una enorme satisfacción con el nuevo diseño de espacio que ofrece el remodelado Museo Multidisciplinario La Salle”, detalló.
Desde que el visitante ingresa al museo es capaz por sí mismo, a través de la ruta del objeto cultural, de construir el significado y el significante del patrimonio cultural y ser parte de la historia que nos legaron los antepasados que habitaron nuestro territorio llamado Perú. Además, “será parte de la narrativa museográfica”, puntualizó.