Aunque los retos son diversos y enormes, en los últimos años las mujeres de Latinoamérica han ido ganando terreno en entornos tecnológicos, donde el estereotipo de ser oficios masculinos es muy fuerte. En eBIZ, el 60% de la plana gerencial y el 34% de toda su fuerza laboral está compuesta por mujeres.
La ingeniería, el desarrollo de software, la seguridad informática y el soporte tecnológico han sido tradicionalmente funciones masculinas. Dicho estereotipo es muy fuerte sobre todo en países de Latinoamérica. Pero eso está cambiando. Poco a poco las mujeres van cobrando más presencia en diversos cargos, incluso gerenciales.
Según el INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática) el 10% del personal ligado a tecnología es femenino en el Perú. Si bien la cifra es baja, hay considerables mejoras y varias empresas del sector están apostando por tener al menos el 30% de su planta ocupada por mujeres. Como ejemplo a destacar se puede citar que en eBIZ el 34% de toda su fuerza laboral es femenina y el porcentaje se eleva al 60% cuando nos referimos a la plana gerencial.
En el mundo, según el Foro Económico Mundial, el 55% de las mujeres adultas (el 52% de Latinoamérica) participa del mercado laboral, mientras que la cifra supera el 76% cuando se trata de varones. Sin embargo, cuando se observa solo el sector de tecnologías de la información y comunicación (TIC), la cifra es menor: se estima que solo una de cada cuatro (25%) es mujer y una de cada cinco (20%) se desempeña en puestos técnicos en el mundo. Así mismo, las profesionales de ciencia, tecnología y computación representan en promedio menos del 30% del total.
En el estudio “El futuro de la tecnología: inclusión femenina”, desarrollado por Laboratoria en alianza con BID Lab, se señaló que históricamente, las carreras englobadas en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) son las que tienen menor participación femenina en las universidades. “De acuerdo con la Unesco, en América Latina las mujeres constituyen en promedio el 32% de las estudiantes y graduadas en STEM. En Chile este porcentaje alcanza sólo el 19%”, refirieron.
A nivel de ciberseguridad, el año pasado se estimó que solo el 20% de los puestos estaban ocupados por mujeres en la región, precisó María Pilar Torres Bruna, directora del área de ciberseguridad de NTT DATA Latam. La oportunidad para lograr empleabilidad y construir una carrera en este sector es enorme, comentó, porque hay estudios que indican que en Latinoamérica se tiene una demanda de 700 000 personas en ciberseguridad.
A nivel de todo el sector tecnológico se estima que se pueden crear hasta un millón de puestos de trabajo y una buena porción de ellos podría ser femenina, para lo cual se requiere incrementar la formación en dichas especialidades. El estudio de Laboratoria establece que, además, hay que reforzar la línea de carrera, para que puedan ir avanzando en el proceso, porque muy pocas llegan a roles encargados de tomar decisiones. De acuerdo con la organización Anita B.org, la representación de las mujeres en puestos iniciales es superior al 35%, pero disminuye al 24% en puestos ejecutivos de empresas de tecnología en el mundo.
En América Latina, la proporción de mujeres en puestos gerenciales es menor al 40% y solo el 20% de todas las empresas latinoamericanas tienen mujeres CEO o top managers, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, citaron. Este porcentaje disminuye drásticamente en las empresas grandes a sólo 11%. “Se ha demostrado que tener más mujeres en roles de liderazgo en el sector privado tiene un efecto positivo en la rentabilidad de negocio y en los resultados comerciales de una organización”, afirmaron.
Para respaldarlo citaron que cuando una compañía tiene más del 40% de mujeres en sus equipos ejecutivos posee un 21% más probabilidades de mostrar rendimiento sobresaliente en sus respectivas industrias en comparación con aquellas que tienen menos de 5% de mujeres en puestos ejecutivos. En cambio, las compañías que tienen equipos con menor diversidad de género y origen cultural tienen 33% peores resultados de rentabilidad esperada que las que tienen mayor diversidad. Además, las compañías con más mujeres en puestos directivos tienen 28% más valor económico y un retorno sobre capital 47% mayor que aquellas sin mujeres en estos puestos.
Según un informe presentado por Experis, en el sector TIC tiene con una remuneración media de 37.660 euros, lo que supera en más de 15.000 euros la media salarial de las mujeres en España. El talento en este sector sigue siendo uno de los más demandados tanto a nivel nacional como global, y solo para el presente año se calcula que faltan más de 240.000 profesionales cualificados, de los cuales la mitad debería ser mujer.
Problemas y soluciones
“Trabajar en la eliminación de las diferentes barreras para la inclusión femenina en tecnología no solamente constituye una necesidad imperativa para las mujeres, sino también una tremenda oportunidad económica para las organizaciones, empresas y la sociedad en su conjunto. En efecto, de acuerdo con ONU Mujeres, la falta de participación femenina en la innovación tecnológica provocará la pérdida de billones de dólares en la economía mundial”, remarcó María Gracia Espinoza, regional Partnerships Manager de Laboratoria.
Las razones que explican la aún baja penetración de las mujeres en el entorno tecnológico, según el estudio de Laboratoria y BID, incluyen desde las limitaciones educativas de la región, la socialización de estereotipos de género y la introyección de sesgos inconscientes, la arraigada inequidad en el reparto de las actividades domésticas, la ausencia de modelos a seguir, las expresiones de discriminación laboral y la falta de acciones contundentes con enfoque de género en el ambiente laboral. “Para eliminarlas, es necesario reconocerlas y, a partir de ello, trabajar en iniciativas concretas a favor de la diversidad e inclusión”, comentaron.
Entre las salidas que se proponen está lograr un compromiso con la diversidad e inclusión tanto en las instancias públicas como privadas, tender puentes para que más mujeres accedan a formación en tecnología, asegurar procesos de contratación inclusivos y libres de sesgos, generar marcos de trabajo incluyentes donde las personas puedan desarrollarse y crecer.
Jaqueline Cortes Pérez, Chief Operating Officer de eBIZ, consideró que es importante el fortalecimiento de las políticas públicas y la creación de leyes que favorezcan el empoderamiento económico de las mujeres, pero se debe partir con una educación en ciencias y tecnología desde temprana edad, tanto dentro como fuera de las escuelas. Esto debería estar incorporado a largo plazo como plan de gobierno, precisó.
El trabajo pendiente incluye potenciar que las niñas y adolescentes escojan carreras en tecnología. Para ello hay que contarles qué es y cómo la tecnología impacta en la vida de las personas en el futuro, afirmó María Pilar Torres Bruna. Además, hay que trabajar modelos a seguir, porque faltan más ejemplos de carreras exitosas que mostrarles, añadió María Gracia Espinoza.
A nivel de contratación, el estudio de Laboratoria y el BID estableció que se deben utilizar métodos idóneos, que no necesariamente pasan por la política neutral, es decir que las hojas de vida se presenten sin mencionar el género del postulante. Muchas veces hay menos postulantes mujeres, las cuales no tienen las mismas facilidades para acceder a la capacitación, por lo que se debe considerar esos aspectos circunstanciales al momento de evaluar quien ocupará los cargos, señalaron.
“Trabajar para acortar esta brecha no sólo genera que más mujeres con talento y potencial entren a una industria creciente y con buenas oportunidades, sino que también le entrega a las empresas una amplitud de perspectivas y formas de trabajo que son de gran valor en la creación de soluciones digitales. Continuar avanzando en los esfuerzos que permitan cerrar esta brecha es una tarea sumamente importante y responsabilidad de todos y todas”, remarcó María Gracia Espinoza.