Columnista invitado: Hans Rothgiesser
Cuando se habla de inteligencia artificial, unos suelen plantear algunos hitos trascendentales: que cuente un chiste que nos haga reír. Que suba escaleras. Pero, para otros, la prueba máxima es que pueda discutir con seres humanos y convencerlos de algo. A éstos últimos apela la máquina que creó IBM para debatir con humanos. Pero notarán que, aún cuando los titulares mencionan que lo hace, evitan mencionar que aún no de manera exitosa.
Para poder llegar hasta donde ha llegado su desarrollo, desde que IBM pidiera a sus trabajadores su próximo gran reto y Noam Slonim lo propusiera en Haifa, Israel, en el 2011, el equipo a cargo ha tenido que sortear todo tipo de problemas.
Slonim es un científico israelí especializado en procesamiento natural del lenguaje y argumentación por computadora. Se graduó de la universidad en Jerusalem en 1996 con un grado en física, matemáticas y ciencia de la computación. En 2002, completó su doctorado. Continuó haciendo vida académica hasta el año 2007, cuando se incorporó al área de investigación de IBM. Hasta entonces había estado publicando material sobre algoritmos de Machine Learning que se sostienen en conceptos de teoría de la información.
Entonces llegó el año 2011, cuando Slonim propuso desarrollar la primera inteligencia artificial que pudiera participar en un debate en vivo en tiempo real con un experto humano verdadero. A este proyecto eventualmente se le llamó el Project Debater. Eventualmente se llegó a un prototipo que debatió con humanos en eventos en vivo con público en el 2018 y en el 2019. Este último fue organizado en San Francisco por el grupo mediático independiente Intelligence Squared US Debates y tuvo como moderador al periodista John Donovan. Los dos participantes eran Project Debater y el humano Harish Natarajan, quien en ese entonces era un campeón mundial del debate. El tema de esa noche fueron los subsidios para centros pre escolares.
Lo interesante es que, si bien Project Debater perdió los dos encuentros (en ambas ocasiones el contrincante humano fue capaz de convencer a más miembros de la audiencia de su posición), dos cosas muy interesantes sucedieron durante esta experiencia. Primero, Project Debater abrió sus intervenciones con bromas generadas por el algoritmo de Slonim, lo que causó risas entre el público. Con esto quedaría superado el hito del que hablaba al comienzo: Vivimos en un mundo en el que una inteligencia artificial puede generar un chiste y decidir que es el adecuado para una ocasión concreta. No obstante, esa misma inteligencia artificial no puede convencer a la gente con la misma efectividad que un orador humano. Con esto podemos deducir que hacer reír es más fácil que convencer a alguien de cambiar de posición.
Segundo, para poder llevar a Project Debater hasta donde está, hubo que resolver muchos problemas, desarrollando procesos y productos que podrán ser aprovechados para otros proyectos u ofrecidos para clientes de IBM. Desde el sistema para comprender lo que el contrincante está diciendo, identificando los temas más relevantes, hasta aquella necesaria para generar cuatro minutos de discurso coherente y persuasivo por intervención -incluyendo humor cuando era pertinente-.
Puede que la inteligencia artificial no haya ganado el debate, pero todos nosotros hemos ganado más tecnología y entendimiento de cómo funcionan los procesos internos de los seres humanos.
*Economista de la Universidad del Pacífico con maestría en periodismo por la Universidad de Gales (Reino Unido). Actualmente miembro del Consejo Consultivo del Grupo Stakeholders.