Una actualización en las políticas de uso de SoundCloud generó alerta y encendió el debate sobre lo que pueden o no hacer las plataformas de inteligencia artificial generativa (GenAI, por sus siglas en inglés). En concreto, los usuarios aceptan que el contenido subido a la plataforma puede usarse para informar, capacitar, desarrollar o servir como insumo para tecnologías o servicios de inteligencia artificial.
No es un secreto que en la actualidad se puede crear música usando IA. Uno introduce unas instrucciones, como por ejemplo el estilo musical, y el sistema genera una canción original. También puede colaborar con los músicos para componer o arreglar canciones. De hecho, las herramientas pueden crear melodías, armonías, letras y arreglos musicales.
Entre los generadores de música más conocidos están Suno AI y Music Muse AI, los cuales pueden crear canciones nuevas a partir de descripciones o indicaciones. También hay herramientas de clonación de voz, como Kits AI; asistentes de generación musical, como AIVA; integradores de generadores de música, como IACanva, y programas de edición, armonización y procesamiento de efectos de audio gratuitos.





La polémica se encendió porque, según el portal Wired, Ed Newton-Rex, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro Fairly Trained, alertó desde sus redes sociales que SoundCloud había actualizado sus condiciones de uso en febrero de 2024. El ejecutivo señaló que SoundCloud parece reclamar el derecho a ejercer control sobre la música que la gente comparte. «Usted acepta explícitamente que su contenido puede usarse para informar, capacitar, desarrollar o servir como insumo para tecnologías o servicios de inteligencia artificial o inteligencia de máquinas como parte de y para la prestación de los servicios», citó Ed Newton-Rex que estableció SoundCloud.
De acuerdo a los denunciantes, SoundCloud utiliza el contenido de los artistas para entrenar modelos de inteligencia artificial (IA). Esto afectaría a los más de 40 millones de artistas que la utilizan para distribuir su música. La plataforma de streaming musical negó que eso esté sucediendo, pero reconoció que en el futuro podría emplear dicho material para capacitar algoritmos de GenAI, con el consentimiento de los suscriptores.
Por lo pronto, ya existe una empresa discográfica de España compuesta exclusivamente por artistas que han sido producidos en su totalidad con inteligencia artificial. All Music Works tiene múltiples artistas, muchos de ellos con más de un álbum en su catálogo, fotos y biografías, pero todo producido por IA. «Somos un colectivo creativo, un sello discográfico y un estudio de producción musical. Pero, sobre todo, somos pioneros en la integración de la inteligencia artificial en la música» señala la empresa en su página web.
SoundCloud parece reclamar el derecho a ejercer control sobre la música que la gente comparte. «Usted acepta explícitamente que su contenido puede usarse para informar, capacitar, desarrollar o servir como insumo para tecnologías o servicios de inteligencia artificial o inteligencia de máquinas como parte de y para la prestación de los servicios», citó Ed Newton-Rex que estableció SoundCloud.
Preocupación local
El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) para analizar la evolución de la propiedad intelectual en la industria musical y los desafíos que genera la inteligencia artificial, organizó un conversatorio: «Crea, Protege y Conecta: El poder de la PI en la Música», en el marco del Día Mundial de la Propiedad Intelectual.
Mientras el compositor Estanis Mogollón subrayó que la propiedad intelectual ha sido clave en su trayectoria porque el derecho de autor les ha permitido obtener reconocimiento y beneficiarse de las regalías por sus obras; Flavio Núñez, secretario técnico de la Sala Especializada en Propiedad Intelectual del Indecopi, alertó que la IA plantea desafíos, porque, aunque ayuda a los creadores a producir más y mejor, también puede servir para clonar sus voces, plagiar canciones o copiar estilos, lo que afectaría sus ganancias.
Es importante recordar que la GenAI no parte de cero, toma elementos existentes para crear algo nuevo. Necesita, además de las instrucciones o algoritmos, una base de sonidos con la cual producir su material que está compuesta por elementos que los mismos usuarios han aceptado compartir. Por eso los artistas deben registrar sus marcas y no ceder los derechos a una aplicación. Yarita Lizeth, representante de la música andina contemporánea, recomendó a los jóvenes artistas registrar sus marcas y las de sus agrupaciones para evitar conflictos legales.
«La propiedad intelectual es clave para el desarrollo de la industria musical en el Perú, porque protege las creaciones de los artistas y fomenta la innovación y la creatividad», reafirma Alberto Villanueva Eslava, presidente del Indecopi.
Juan Luis Marturet, asesor jurídico para América Latina de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI), señaló que, si bien existen riesgos como los deepfakes, que usan imágenes y voces de artistas sin su autorización, también hay oportunidades. «Es una herramienta extraordinaria para artistas, compositores, ingenieros de sonido y arreglistas», señaló.
Como ejemplo de un caso concreto del uso positivo de la inteligencia artificial, Eduardo Ponce, mánager de la cantante Daniela Darcourt, relató cómo la artista pudo interpretar un villancico inédito a dúo con la emblemática Chabuca Granda, gracias a esta tecnología.
Perú tiene un marco legal ya, pero aun tiene pendiente trabajar en la reglamentación del uso de la GenAI en territorio peruano. Por lo pronto, Alberto Villanueva Eslava, presidente del Indecopi, reafirmó el compromiso que tienen con la protección del talento peruano: «La propiedad intelectual es clave para el desarrollo de la industria musical en el Perú, porque protege las creaciones de los artistas y fomenta la innovación y la creatividad», dijo.