Durante Perúmin 37, el Instituto Peruano de Economía (IPE) informó que este año, por primera vez en la historia, las exportaciones de oro peruanas provenientes de la minería ilegal podrían igualar a las legales. Esta proyección no solo refleja el crecimiento acelerado de una actividad ilegal y la pérdida en recaudación de impuestos, sino que afecta al medio ambiente, porque estas operaciones no tienen ningún control de impacto ambiental. Mientras que las exportaciones legales de oro se han duplicado desde 2019, las ilegales se han cuadruplicado, señalaron.
Para este 2025, el IPE estima que las exportaciones de oro ilegal alcanzarían entre 105 y 115 toneladas, con un valor que podría bordear los US$12 mil millones. Carlos Gallardo, gerente general del IPE, sostuvo que el país se ha convertido en «un jugador clave» en las exportaciones del oro ilegal de la región. El país contribuye con el 44% del total de oro ilegal exportado por América del Sur, posicionándose como el principal proveedor. Le siguen de lejos Colombia, con 25%, Bolivia, con 12% y Ecuador con 9%.
Gallardo alertó que la proyección es que siga incrementándose esta actividad ilegal. Y no solo crece el volumen comercializado, sino también los comercializadores: cada mes se crean 82 procesadoras y 58 comercializadoras, casi el triple que hace una década. La actividad es fuerte en 12 regiones, con preponderancia de La Libertad, Arequipa y Madre de Dios. Esta última, detalló, consume cinco veces más combustible que en cualquier otra región amazónica.





A nivel de impuestos, la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) estima el Estado deja de percibir cerca de S/ 2 000 millones por evasión tributaria del sector. En el Perú se han identificado más de 350 plantas de procesamiento vinculadas a la minería artesanal, informal e ilegal, detalló Marilú Llerena, superintendenta nacional de la Sunat, durante su participación.
Entre 2023 y 2025, la exportación ilícita de minerales como oro ha ocasionado una pérdida superior a S/ 7 500 millones en impuestos no recaudados, añadió Rolando Cevasco, socio director de CMS Grau durante su ponencia. El especialista subrayó la necesidad de entablar una estrategia integral de lucha contra la minería ilegal.
Según los estudios realizados, dijo, la mayor concentración de evasión tributaria se ubica en regiones con fuerte presencia minera como Puno, Arequipa, Madre de Dios, La Libertad, Apurímac y Ayacucho, donde el perjuicio fiscal oscila entre S/ 160 millones y S/ 460 millones.
El país contribuye con el 44% del total de oro ilegal exportado por América del Sur, posicionándose como el principal proveedor.
Por lo pronto, desde la Sunat informaron que se ha puesto en marcha un «modelo de control inteligente», que combina la presencia física con un «corredor de información» con el fin de evitar que los insumos químicos empleados en el procesamiento de minerales se desvíen hacia actividades ilegales. «Sin embargo, la magnitud de los puntos de riesgo obliga a reforzar y optimizar los mecanismos de trazabilidad», remarcó Marilú Llerena.
El movimiento formal
De acuerdo con el Ministerio de Energía y Minas (Minem), las exportaciones mineras representan el 66% del total nacional y la minería aporta cerca del 8,5% del PBI, generando 256 mil empleos directos, un alza del 0,57% frente al 2024. La cartera de inversión minera asciende a US$54 556 millones, con 51 proyectos distribuidos en 18 regiones.
El exministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, resaltó que el sector representa el 11% de la inversión privada en el país y el 14% de los ingresos fiscales que recibe el Perú. «Perú es uno de los mayores productores mundiales de cobre, pues tenemos el 9,1% de las reservas mundiales de dicho mineral, el 5,6% de reservas de oro, el 17,8% en plata, el 8% de reservas de zinc», detalló.
«Perú es uno de los mayores productores mundiales de cobre, pues tenemos el 9,1% de las reservas mundiales de dicho mineral, el 5,6% de reservas de oro, el 17,8% en plata, el 8% de reservas de zinc».
Rómulo Mucho señaló que vienen impulsando la simplificación administrativa, la agilización de trámites, la desburocratización de los procedimientos, con el fin de viabilizar mayor número de proyectos mineros. Sin embargo, aún hay muchos pendientes. El presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, advirtió que los buenos precios de los minerales que se tienen en la actualidad, en niveles no vistos desde 1950, no garantizan prosperidad si no se resuelven los problemas estructurales del país.
La tecnología como aliada
En sus diversas presentaciones, los especialistas coincidieron en afirmar que la tecnología es aliada de la trazabilidad, la eficiencia y la reducción del impacto ambiental. Las empresas mineras aceptaron que es un factor relevante y están invirtiendo en ello. De hecho, según un estudio de NTTData, más del 75% de las mineras invierte hasta US$10 millones en autonomía y digitalización y prioriza la mejora de la eficiencia como motor principal para estas inversiones.
Las minas deben optar en la actualidad por un diseño de sistemas holísticos para el procesamiento de minerales y la metalurgia extractiva de forma integrada, que es la única vía para abordar desafíos como la escasez de agua y energía y la mayor exigencia social remarcaron Douglas Aitken y Nathalie Jamett, expertos de SMI-ICE Chile, en el Foro Tecnología, Innovación y Sostenibilidad (Foro TIS) de Perúmin 37.



La industria minera mundial, genera más de 13 mil millones de toneladas de relaves al año y debe abandonar la «trayectoria actual» y adoptar un modelo más integrado, innovador y colaborativo, dijeron. Superar la mentalidad de «silos» requiere una estrategia público-privada intersectorial que elimine las barreras organizacionales y regulatorias, señalaron.
Las nuevas tendencias convergen en una operación más segura y autónoma, con foco en la economía circular y la robótica. La adopción de tecnología, como la Flotación de Partículas Gruesas (CPF), tiene el potencial de reducir el consumo de energía en molienda hasta en un 40% y contribuir a la disposición más segura de relaves, comentaron.
Aitken advirtió que muchos proyectos de modernización no están obteniendo los resultados esperados porque los proyectos se realizan de forma poco estratégica, sin considerar la integración con otros procesos. La integración holística, impulsada por la Inteligencia Artificial (IA), permite a las mineras diseñar sistemas para reducir el consumo de agua continental y generar relaves más estables y seguros, remarcó.