Zonas por conectar enfrentan desafíos que abarcan desde un menor poder adquisitivo y falta de habilidades digitales hasta carencias de servicios complementarios, como la energía eléctrica necesaria para conectar los equipos que brindarán el servicio.
Dada la ley, creada la obligación. El Estado peruano deberá garantizar, a través de la inversión pública o privada, el acceso a internet libre en todo el país, incluyendo sobre todo a quienes viven en las zonas rurales y pertenecen a comunidades campesinas y nativas. Eso quiere decir que el poco más de 22% de peruanos desconectados deberán poder acceder a internet.
Según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 77,3% de la población de 6 años y más de edad usaba internet en el segundo trimestre del 2023. Hay avances: esta cifra representa un alza de 4,3 puntos porcentuales frente al mismo trimestre del año anterior y 18,1 puntos respecto a similar trimestre del 2019, pero aún queda un 22,7% sin acceso a internet.
El énfasis de la norma en la población rural se entiende por la disparidad en el acceso que existe en nuestro país según el área de residencia. Mientras en Lima Metropolitana la población usuaria de Internet alcanzó al 89,2% en junio del 2023, en el área rural hablamos del 51,2%. Mientras más lejos de la capital, más alta es la brecha.
El acceso en la zona rural es fundamentalmente móvil: nueve de cada diez peruanos se conecta desde un teléfono celular. La penetración del móvil, según INEI, alcanza al 94,9% de la población a nivel nacional y el uso de alguna tecnología de la información llega al 95,8% de los peruanos en el segundo trimestre del 2023. El 83,8% de los hogares del país tienen únicamente teléfono celular, el 11,1% tienen teléfono fijo además del celular y el 4,5% de los hogares no cuentan con ninguno de ellos.
Es importante destacar que a nivel hogares, las familias que tienen internet y una computadora está en el 56,9%, subiendo a 79,1% en Lima Metropolitana y bajando a 21,1% en el área rural. Comparado con similar trimestre del año anterior, a nivel nacional hay una disminución de 1,2 puntos porcentuales. Según informaron, en los hogares comprendidos bajo la categoría “Resto urbano”, la reducción fue de 3,9 puntos. En tanto, en Lima Metropolitana y en el área rural, se observan aumentos de 1,5 y 1,3, respectivamente. De hecho, el 36,8% de los hogares disponen por lo menos de una computadora, subiendo a el 55,6% de los hogares de Lima Metropolitana y bajando a 10% en los hogares rurales.
Mirada complementaria
Si se quiere tener una foto más exacta de esa brecha que se debe cubrir para garantizar el pleno respeto de este derecho, es conveniente revisar otras estadísticas para precisar algunos detalles adicionales. Según Osiptel, por ejemplo, a junio de este año teníamos 30,45 millones de teléfonos móviles que accedieron a internet, es decir el 94% de las líneas activas, que cursaron los 1,37 millones de terabytes en el segundo trimestre de 2023, un 52,80% más que similar periodo de 2022. Pero a nivel de líneas tenemos un alza de 7,37% interanual. Es decir, hay un poco más de usuarios, pero sobre todo más tráfico.
En el caso de internet fijo, Osiptel reportó 3,36 millones de conexiones a junio del 2023, lo cual implica un alza del 5,1% al sumar 163 214 frente a junio del 2022. El crecimiento en internet fijo ha sido impulsado sobre todo por el incremento en el uso de fibra óptica (+76,6 % en el último año) gracias a la migración de usuarios antiguos a tecnologías con mejores prestaciones. Los accesos son sobre todo en Lima y Callao, que abarcan al 58,63% a nivel nacional, pero hay provincias que están bastante dinámicas como Tumbes (+66%), Loreto (+51%) e Ica (+36%).
A nivel Lima Metropolitana, el mayor número de conexiones están en San Juan de Lurigancho (128 054), San Martín de Porres (123 099) y Comas (107 429), que son a su vez distritos con mayor nivel de competencia que Miraflores, Magdalena y Jesús María, donde ya se cuenta con un 100% de penetración. El contraste es que la penetración de internet fijo a nivel nacional es 33,63% y hay en la capital distritos con indicadores menores que la media como por ejemplo Cieneguilla (7,8 %), Santa Rosa (13,8 %) y Ancón (14,4 %).
Pero si queremos ahondar aún más en las diferencias a nivel nacional, se puede recordar el informe que elaboró el Ministerio de Transportes y Comunicaciones este año, en el cual se señaló que son 76 813 centros poblados sin servicio móvil que albergan a unos 3,28 millones de peruanos que representan el 11% de la población y el 64% de ellos no tiene electricidad, por lo que no se pueden poner antenas móviles a menos que se instalen también paneles solares para que puedan funcionar. Con servicio móvil son 31 415 localidades que albergan a 26,56 millones de peruanos.
Las áreas rurales, según el informe, tienen menor poder adquisitivo, un nivel educativo y habilidades digitales limitadas y condiciones geográficas adversas, lo que genera mayores retos para lograr su conectividad. De hecho, destacaron que los desconectados equivalen al 52,7% de la población del área rural y al 19,3% de los pobladores del área urbana.
Los mayores niveles de esta brecha de acceso se encuentran en las regiones de Cusco (8083 centros poblados sin servicio móvil) y Cajamarca (420 mil pobladores sin señal) de acuerdo al reporte. Y el problema de falta de energía eléctrica se evidencia sobre todo en Arequipa, Moquegua, Tacna y Ayacucho.
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