Se han logrado avances, como duplicar el acceso a internet de alta velocidad y sumar muchos poblados a la cobertura 4G, pero todavía queda el reto de conectar a 3,5 millones de peruanos y se necesita una regulación que lo permita, señaló Ana Claudia Quintanilla, gerente de regulación de Telefónica del Perú.
¿Cómo los encuentra el 17 de mayo, conocido como el Día del Internet?
Hoy hemos avanzado en conectividad, tanto en el hogar como el móvil. Desde el punto de vista del internet fijo, hemos tenido avances importantes en el acceso a Internet con fibra óptica, ya que se han duplicado las conexiones de Internet con fibra entre 2018 (313 mil) y 2021 (626 mil). Telefónica tiene como objetivo avanzar en la migración tecnológica de las viviendas hacia la fibra óptica al hogar, que ofrece mayores velocidades de navegación y un mejor balance entre la velocidad de bajada y subida establecidas en la ley.
Actualmente, tenemos una participación de mercado del 52% de viviendas que ya cuentan con el servicio de fibra óptica al hogar, según Osiptel. Ocho de cada 10 nuevos usuarios de fibra óptica son clientes a los que les hemos mejorado la tecnología de internet fijo. Se trata de un cambio de tecnología sin costo y paulatino para nuestros clientes residenciales en la medida que lo permitan las facilidades técnicas.
Para este año, tenemos previsto conectar con fibra óptica a 500 mil nuevos hogares. A esta estrategia se suma Pangea, empresa de Telefónica Hispanoamérica, que busca expandir el internet fijo de alta velocidad en todas las regiones del Perú.
¿Y en los servicios móviles?
Venimos expandiendo el internet móvil de alta velocidad en las zonas rurales a través de Internet para Todos, empresa que creamos con Facebook, BID Invest y CAF hace tres años para reducir la brecha digital en las zonas alejadas del país. En tres años, se ha llevado internet 4G a más 13 600 comunidades rurales y cerca de 2,5 millones de personas que viven en localidades alejadas tienen la posibilidad de acceder a internet móvil de alta velocidad. El gran desafío es cerrar la brecha de acceso a internet en el Perú e integrar a 3,5 millones más de personas en el mundo digital.
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¿De qué manera estiman que se puede ayudar a reducir la brecha digital y avanzar en la cuarta revolución industrial este año?
Para contribuir en avanzar en la digitalización del Perú, tanto el sector público como privado debemos trabajar de manera conjunta. Es la oportunidad de actualizar los lineamientos del sector a fin de que recojan una política de promoción del despliegue y renovación tecnológica para beneficio de los usuarios. Estos no han sido actualizados desde hace más de 10 años. En muchos países se está impulsando el apagado de tecnologías legadas para enfocarse en las nuevas tecnologías y urge avanzar en este sentido.
¿Qué se espera del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) en el corto plazo?
Esperamos que el MTC ponga a disposición el espectro 4G y 5G disponible en condiciones razonables para beneficio de los usuarios. Un punto clave será retomar el reordenamiento de la banda 3,5 GHz como paso previo para la licitación 5G. Debe primar una política que conciba al espectro como un elemento clave para la mejora de la calidad del servicio y no solo como una oportunidad de recaudación, modelo que está demostrando es insostenible en varios países. Estamos convencidos de que las políticas que promuevan la renovación tecnológica, el acceso al espectro y faciliten el despliegue tendrán un impacto directo en la mejora de la calidad del servicio.
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¿Y del Osiptel?
Por el lado del regulador, confiamos en que realice avances importantes en el proyecto de simplificación regulatoria iniciado. Además, corresponde trabajar en la eliminación de aquellas cargas regulatorias que representan sobrecostos que impactan especialmente en los peruanos no conectados. Un ejemplo claro de ello ocurre con la ley de velocidad mínima garantizada, una norma cuya evaluación costo-beneficio no ha tomado en cuenta las diferencias entre las tecnologías utilizadas en la provisión del servicio de internet y que terminará por perjudicar a los usuarios, situación que fue advertida por el Osiptel. Salvo el caso de la fibra óptica al hogar, las demás tecnologías a las que acceden muchos hogares peruanos no soportan las reglas de velocidad mínima ni la relación entre la velocidad de bajada y subida establecidas en la ley. Y hoy, el alcance de la fibra óptica al hogar aún es muy limitado, apenas a 295 distritos de 1874 que hay en el país, según Osiptel. Significa que se está restringiendo las alternativas que tiene el usuario para acceder a internet.
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