A raíz de la difusión de los videos de la congresista de Fuerza Popular Tania Ramírez bailando en el Congreso, Erick Iriarte, CEO de eBIZ, analiza el uso de las redes sociales como herramienta política. Además, llama la atención sobre el déficit de infraestructura de comunicaciones, necesaria para conectar a todos los peruanos, y los cuestionados intentos del legislativo de regular el uso de internet.
A inicios de la semana, la congresista de Fuerza Popular Tania Ramírez motivó un debate en redes sociales y medios de comunicación sobre la forma en que los legisladores utilizan TikTok, Instagram, Twitter y Facebook. La controversia se generó porque la representante del pueblo cajamarquino opositor al Gobierno subió un video bailando en una de las salas del Congreso de la República.
Surgieron variedad de críticas sobre el uso que dan al TikTok los legisladores, sobre la falta de seriedad y respeto de la congresista al cargo y lugar utilizado para su video, entre otras. Desde la prensa se resaltó que ella no es la única que utiliza estos medios para acercarse al público seguidor de dichas redes sociales. También lo emplean Guido Bellido, Jorge Montoya, Roberto Kiara, Patricia Chirinos, Susel Paredes, Roselli Amurus, Adriana Tudela y Alejandro Cavero. Ellos responden consultas al público, envían comunicados, dan cursos, etc.
Erick Iriarte, CEO de eBIZ, aclaró en Latina Noticias que es correcto que los congresistas usen las redes sociales para compartir sus opiniones, escuchar a la población y dialogar con el público, porque esa es una parte esencial de sus funciones. Además, es un medio oportuno para reportar sus actividades y permite a la ciudadanía el seguimiento de la actividad de los legisladores para la respectiva fiscalización.
“No es novedoso que los políticos utilicen los medios de comunicación como un instrumento de divulgación: desde salir en la radio, pasando por tener canales propios, hasta ahora en las redes (…) Si lo que criticamos es el hecho de que una congresista baile en TikTok estamos perdiendo de vista el potencial verdadero problema”, comentó.
A su entender, como abogado especialista en tecnologías de la información, se puede criticar el horario o lugar empleado, pero lo importante es ir al fondo del asunto y evaluar la finalidad, porque debe ser empleada de forma idónea, teniendo claro qué se desea comunicar de acuerdo a una estrategia de enlace con el público. Twitter, citó como ejemplo, es una “permanente conferencia de prensa”, un medio en el que los políticos emiten un mensaje que es recogido por los periodistas. “Cuando el premier Aníbal Torres publicó que se había aprobado [la exoneración] del faisán, sin duda había una estrategia de comunicación detrás para generar cierto impacto (…) una tendencia”, dijo Iriarte.
“Es fundamental que los políticos y funcionarios de alto nivel entiendan que las herramientas sirven para comunicar, para escuchar y para la veeduría ciudadana. Es por eso que no deben impedirnos el acceso a esa información. (…) Aquí lo que falta son políticas claras sobre el contenido oficial de redes sociales usadas por las instituciones y autoridades, ya sea con pautas sobre la gestión, protección y archivo de ésta”
En Instagram y TikTok los mensajes suelen utilizarse para atraer al público joven con algo impactante, generando una conectividad emotiva, algo que les permita sentirse más cercanos a dicha población, que pronto serán electores, comentó. Posiblemente los congresistas no estén pensando en la prensa con dichas publicaciones. TikTok puede haber sido concebido como una herramienta para jóvenes, dijo, pero el asunto es qué hace la gente con él: ahora se pueden encontrar hasta clases de economía, como las de Mildemonios.
“Es fundamental que los políticos y funcionarios de alto nivel entiendan que las herramientas sirven para comunicar, para escuchar y para la veeduría ciudadana. Es por eso que no deben impedirnos el acceso a esa información. (…) Aquí lo que falta son políticas claras sobre el contenido oficial de redes sociales usadas por las instituciones y autoridades, ya sea con pautas sobre la gestión, protección y archivo de ésta”, remarcó Iriarte.
Un político, ya sea un congresista o un ministro, debe entender que las redes han de ser accesibles para todos y no pueden bloquear el acceso a ningún ciudadano a esta segunda pantalla de diálogo con el ciudadano. Pueden usar sus cuentas institucionales o mantener sus cuentas personales, pero en este segundo caso han de entender que como funcionarios públicos sus mensajes deben ser transparentes y abiertos para todos, explicó.
En ese sentido, el acceso a dichas redes debe darse en toda la población, no solo en la zona urbana, sin en la rural, donde hay un mayor nivel de desconexión. Es por eso que se debe atender dos problemas básicos: la escasez de infraestructura y las regulaciones que traban la inversión en ella, mencionó.
Para revertir el déficit de 50 mil antenas de telefonía móvil para poder garantizar una conexión móvil de calidad, sumado a la adecuada asignación de espectro y la solución de los problemas generados por la falta de aprovechamiento de la Red Dorsal, se debe contar con una política nacional de conectividad, la cual debería estar liderada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).
“No hay una entidad articuladora de temas digitales. Por ello aparecen iniciativas como la ‘Ley Soto’ (conocida así por el nombre del legislador que la impulsa: Alejandro Soto Reyes), que propone una Ley General de Internet que, en vez de ayudar [al ecosistema], nos afecta y perjudica de una manera tan evidente que ha recibido cuestionamientos de decenas de instituciones relacionadas con el tema. No se trata de regular más, se trata de tener las pautas claras. No hay comisiones especializadas en temas digitales en el Congreso, no hay una Agencia de Sociedad de la Información en el ejecutivo. Nos falta mucho en temas institucionales”, remarcó Erick Iriarte.
