Tecsup informa que se ha dado un alza de entre 80% y 100% en la demanda de carreras cortas y cursos de extensión profesional ligadas a la transformación digital y el análisis de datos (Big Data). El detonador fue la necesidad de adquirir las competencias que permitan adaptarse a los retos que impone la nueva normalidad generada por el Covid-19.
La pandemia del Covid-19 no solo ha acelerado la adopción de herramientas digitales al interior de las organizaciones para paliar los retos implícitos en el aislamiento y/o distanciamiento social. También ha dinamizado la demanda de formación técnica en tópicos digitales.
Antonio Lazo de la Vega, director académico nacional de TECSUP, informa que todos los programas ligados al entorno digital han tenido un alza sustancial en la demanda a lo largo de este año. Algunas carreras cortas han tenido un crecimiento de inscritos de entre 100% y 80%. “En ningún caso menos del 50% de incremento”, recalca.
El mismo patrón, añade, se ha presentado en los cursos de extensión profesional: los que están ligados a las competencias que exige el mundo digital y la Industria 4.0, como análisis de datos (Big Data) o desarrollo informático, han elevado su demanda con la pandemia. Eso ha conllevado también la necesidad de diseñar nuevos programas o cursos.
“Este año hemos elevado de 30% a 40% la creación de productos nuevos a raíz del Covid-19. Es altísimo. En industria de cosméticos, por ejemplo, el incremento de productos no es más del 10%”, detalla Lazo de la Vega.
La demanda cayó drásticamente en todos los programas de capacitación en competencias técnicas presenciales o que requieren el uso de laboratorios de electrónica, como los cursos a medida para personal de las mineras, pero se elevaron los programas virtuales, que ya existían antes de la pandemia. “Tuvimos las dos caras de la moneda”, acepta.
Algunas carreras cortas han tenido un crecimiento de inscritos de entre 100% y 80%
Reformulación y desafíos
Antonio Lazo de la Vega relata que haber tenido un “entrenamiento” en educación virtual los ayudó a responder a los desafíos que generó la pandemia. El 85% de la formación en Tecsup era presencial, incluidas todas las carreras técnicas de tres años, pero desde hace siete años se venían preparando para una mayor digitalización del proceso educativo con un cambio de mentalidad que ponía el foco en el aprendizaje con metodologías activas, añade.
En una semana se preparó a los profesores y se entró al modelo remoto, detalla, conectando a los alumnos a los laboratorios desde la nube. Se hizo un mapeo del nivel de conectividad de los alumnos y se procedió a subvencionar un plan de datos en celular para los que no tenían un buen acceso a Internet.
El mayor desafío, recalca, fue satisfacer las inquietudes de los alumnos, quienes pedían clases presenciales, sobre todo en electromecánica o mecatrónica. La formación práctica de esos laboratorios se reanudo, con 50% de aforo, recién en julio-agosto.
“Lo que se hizo fue dar la parte teórica y lo que se podía simular con realidad virtual primero, dejando la práctica para cuando se abriera el laboratorio. Lo critico no fue la tecnología, para eso ya estaban preparados. El desafío fue retener a los chicos, lo cual felizmente se logró en un 85%. En otras instituciones sabemos que se cayó a un 70% o 50%”, señala.
