La suspensión por un año de Rafael Muente Schwarz en sus funciones como presidente del Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel) implica mucho más que solo un castigo personal. El nuevo presidente, Ferrer Anivar Rodríguez ha sido nombrado temporalmente por el Ejecutivo gracias al Decreto Supremo 116-2024-PCM que lo exime de concurso en lo inmediato. Él ha llegado despidiendo a varios funcionarios de alto rango. Según Muente, eso evidencia el interés en dar un nuevo manejo a la institución atendiendo a los intereses políticos del Ejecutivo.
¿Cree que tendrá alguna influencia en este deseo de cambiar la forma en que funcionan los reguladores lo que está sucediendo en Argentina o México, donde se está desapareciendo o reestructurando el sistema?
Lo que ha ocurrido en México y lo que ha sucedido en Argentina depende de diferentes razones. En México se quiere desaparecer al regulador, que era absolutamente independiente constitucionalmente, y meterlo dentro del Ejecutivo. Eso responde a la necesidad de querer capturarlo para aplicar medidas populistas. En el caso de Argentina va por otro lado. Hay un afán de simplificar y quitar puestos públicos, pero de alguna manera concluyen en lo mismo.
Es distinta la ideología política, pero al final es el Gobierno quien asume la actividad regulatoria. Eso pasa también en Perú: hay un deseo de capturar al regulador. Empezaron por Osiptel, que ha sido el más dado a la confrontación. Pensaron: «a Muente hay que bajarlo».
¿No serán el chivo expiatorio para generar miedo al resto? Se viene el puerto de Chancay, las tarifas que tendrá que supervisar Ositran, los conflictos con las mineras…
Totalmente. Eso es lo que estoy advirtiendo. La falta de un pronunciamiento de los otros reguladores es la evidencia de que están enormemente atemorizados. Dos de ellos guardan silencio sepulcral porque están en una situación compleja. El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran) no puede abandonar sus competencias respecto al puerto de Chanchay como supervisor, aun cuando el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) concluya que hay competencia y se deba desregular las tarifas en todos los puertos. Son servicios públicos.
El regulador tiene que fiscalizar aun cuando pueda chocar con las pretensiones de los dueños del puerto. La gran debilidad del Ositran es que no tiene miembros del Consejo Directivo. Seamos claros. Esta situación es responsabilidad de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Entonces, resulta paradójico que ellos hablen de un vacío. «El vacío lo han creado ellos».
¿De qué vacío estamos hablando?
En Osiptel, de los cuatro miembros, tres ya vencieron su mandato hace tiempo. Enviamos oficios a la PCM pidiendo convocar concursos para reemplazarlos sin ninguna respuesta. Es una locura, una desidia. Entonces, en 2023 se convocó a concurso público para los consejos directivos del Osiptel y del Ositran. Los resultados se conocieron en febrero de 2024. En el caso del Osiptel tres personas aparecieron en la terna final, quienes podrían haber cubierto las tres vacantes existentes en el consejo directivo. Sin embargo, la PCM no eligió a nadie. Se quedaron mudos y el concurso público en el limbo, pues tampoco se declaró desierto. Algo totalmente irregular. Y, por otro lado, en octubre de 2023 modifican el perfil exigido: ya no es necesario tener experiencia en el sector para ejercer la presidencia de un regulador [D.S. 116-2023-PCM].
¿Eso no es peligroso? Dicen que el primer acto de corrupción es aceptar un puesto para el que no se está preparado…
La experiencia en el sector tiene que ser algo básico ¿Si yo trabajé en telecomunicaciones puedo ir a energía? No. Esto es una locura.
En las empresas se toma a veces en el directorio a un filósofo…
Esto no es un directorio de una empresa, es un regulador que tiene una función técnica. Se tiene que saber del sector para ejercer la función ejecutiva. Es impresionante cómo se viene desarmando la meritocracia en los reguladores. En el caso de Osiptel [PCM] nombra al señor Rodríguez como presidente temporal y la razón de este nombramiento apurado – a pesar de legalmente había un vicepresidente encargado de la presidencia – es dar continuidad a las actividades. Y lo primero que hace es botar a medio mundo a nivel de altos mandos.
«Eso es lo que estoy advirtiendo. La falta de un pronunciamiento de los otros reguladores es la evidencia de que están enormemente atemorizados. Dos de ellos guardan silencio sepulcral porque están en una situación compleja».
¿Qué pasó después de que a usted lo suspendieron? ¿Cuál fue el procedimiento?
El Consejo Directivo se reúne y toma el acuerdo de nombrar a Jesús Guillén, que conocía del sector y tenía el mandato vigente. Ya había vencido el periodo de Villanueva.
Guillén ha trabajado mucho tiempo en proyectos de telecomunicaciones en ProInversión.
De acuerdo, y como ya no está en ProInversión, iba todos los días a la oficina. Pero ponen como pretexto la necesidad de garantizar que siga funcionando. El Ejecutivo ha sacado un Decreto Supremo que contradice a la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo (LOPE).
¿Podría explicar esa afirmación?
La LOPE establece que el presidente y los miembros [del consejo directivo] son elegidos por concurso. No se admite ninguna excepción. Obviamente, no se puede ir contra una norma superior. Pero, en la elaboración de los informes de PCM y Servir no se menciona la LOPE en el análisis. Eso es lo grave. Jurídicamente para ellos no existe o no es aplicable, sino el reglamento de una norma tácitamente derogada por la LOPE. Así, el Ejecutivo se basa en una norma tácitamente derogada por la misma LOPE.
Tanto PCM como Servir han emitido informes apurados donde no se menciona a esa ley orgánica y que se basan en que existe un «vacío» que hay que remediar. Parece una norma hecha a la medida y planificada, porque, como mencioné, ya no se requiere experiencia especializada en el sector. Mañana simplemente podría convocar para llenar ese supuesto vacío sin el requisito de ser experto o tener experiencia de 5 años o más en el sector. Esto es una amenaza para todos los reguladores. Abren la cancha para cualquiera no experto.
«[H]ay un deseo de capturar al regulador. Empezaron por Osiptel, que ha sido el más dado a la confrontación. Pensaron: a Muente hay que bajarlo».
Quieren que sus amigos puedan postular, ¿no?
Tal cual. Siempre en el proceso de selección ha habido tres etapas. Primero, la evaluación curricular. Segundo, un examen técnico junto a un ensayo técnico, ¿pero, para qué evaluar el conocimiento técnico si no se pide experiencia en el sector? Entonces, se entiende que la evaluación técnica ya no sería parte de la evaluación. Luego viene una entrevista privada, donde cualquier cosa puede pasar ¿Cómo confiar en una entrevista en privado si están actuando de esta manera? Hablamos de la captura de los otros reguladores en la mira. El señor Rodríguez conoce de saneamiento, pero preside Osiptel, eso podría suceder en cualquier regulador en el futuro ¿Qué tienen en común esos sectores para que cualquier especialista en uno de ellos pueda dirigir otro totalmente distinto?
Igual están convocando a concurso. Pero si usted está suspendido un año y el concurso mínimo toma tres meses, siendo optimistas. Mientras tanto…
Por eso acá ya nombraron uno a dedo ¿Quién entraría al regulador en el concurso? Está todo arreglado para que este señor pueda postular y seguir de forma permanente. Mi suspensión termina en setiembre de 2025 y mi mandato es hasta febrero de 2027. Vamos a ver qué sucede, porque podría pensarse que buscarán algún pretexto para que yo no reasuma mis funciones. Guillén estuvo apenas unos días hasta que aparece este señor Rodríguez y toma el control del Osiptel.
Hay un informe jurídico del Osiptel diciendo que ésto es ilegal. Y existe una comunicación al Congreso y a la oficina de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) donde están mencionando ésto. Cuando toma el poder, Rodríguez, ese mismo día reemplaza a la directora de la oficina de asesoría jurídica y de recursos humanos. Al entrar la consigna es cubrir los puestos más delicados ¿Por qué la urgencia de cambiar a la líder de Asesoría Jurídica? Evidentemente era para que Osiptel no se pronunciara en contra del decreto supremo que permitía sacar al señor Guillén, en su calidad legal de presidente encargado. Pero para entonces, ya el informe se había emitido, se había puesto en conocimiento del Consejo Directivo, el cual también se había pronunciado en ese sentido y había enviado comunicaciones sobre el tema.
Sacaron al gerente general, una persona con línea de carrera en la institución ¿Él entró de practicante?
Sí, en el primer curso de extensión universitaria que hace Osiptel. Ha trabajado ahí 28 años. Cuando llegué no moví a una sola persona. Yo lo encontré de encargado de la gerencia, lo evalué y luego lo designé. Él ha sido mi mano derecha y hemos sido una dupla, trabajando en equipo.
A alguien puede no gustarle el presidente del regulador, o no estar de acuerdo en cómo fue otorgado el puntaje, pero fue elegido por concurso público; se cumplió la regla y hay que respetar eso, ¿no?
Se criticó que debía haber una terna en el último concurso donde fui elegido, porque solo quedé yo, el resto no obtuvo el puntaje mínimo. Pero en ninguna parte del reglamento se dice que debía haber una terna, menos aun con candidatos que no pasaron con puntaje aprobatorio una etapa de evaluación. Se cumplió el procedimiento.
¿Podrían haberlo declarado desierto?
Tal cual. Pero, regresando a mi caso, no generas una suspensión a una persona porque no te gusta. Son dos cosas distintas. Con este precedente, la fragilidad a la que se encuentran hoy expuestos los reguladores hace que estén calladitos.
¿Al sacar al gerente general, que era quien mejor conocía el tema técnico, puedes manejar las decisiones?
Claro. Entonces podrían poner de gerente general a alguien que no tiene experiencia. En verdad es una captura de mala fe, porque no solamente es cambiar al gerente general, sino a la titular de administración y finanzas, recursos humanos, modernización, presupuesto, comunicaciones, etc. Hay como seis personas despedidas. Si entras a garantizar el buen funcionamiento lo último que se hace es botar a todos. Es contradictorio. Es interesante que el señor Rodríguez haya dado a entender que habrá más contrataciones de personal Y aumentos de sueldo en el Osiptel mientras que antes la PCM decía que la razón de la pretendida fusión de reguladores estaba relacionada a sus abultados gastos.
¿Qué se puede hacer?
Podría revertirse la situación si se deja sin efecto la sanción y retorno a presidir Osiptel. Ya no se necesitaría un concurso público para la presidencia. Podría reconstituir el equipo. Esto lo busco por dos vías. A nivel judicial he presentado una demanda de amparo. Y por la vía administrativa he presentado un recurso de apelación que debe ser resuelto por el tribunal de Servir.
El procedimiento administrativo en términos normales toma tres meses en Servir, pero en este caso es un expediente que puede tomar mucho más. A nivel judicial, se puede solicitar una medida cautelar y reponer el estado anterior al conflicto. Y si no respetan la cautelar se exponen a un delito. Todo el proceso para llegar a la sanción duró más de un año lleno de ensañamiento, maltrato e irregularidades.
«Esto no es un directorio de una empresa, es un regulador que tiene una función técnica. Se tiene que saber del sector para ejercer la función. Es impresionante cómo se viene desarmando la meritocracia en los reguladores».
Mientras tanto tienen en el regulador a alguien que ellos quieren
¿Cómo puedo confiar en una institución que hace informes legales exprés? La investigación de Ojo Público muestra que actuaron rapidísimo y no contempla lo que dice la Ley de Procedimiento Administrativo General respecto a cómo se deben llenar los vacíos del presidente de un consejo directivo cuando existe un cuerpo colegiado.
¿Los otros reguladores pueden hacer algo?
Están temerosos.
Antes hubo un intento de fusionar a todos los reguladores en uno…
Posiblemente yo fui el que tomó una posición de liderazgo frente al tema. Organicé un conversatorio en la Facultad de Derecho de la PUCP, en donde yo dicto hace décadas. Osinergmin no participó y, en general ha sido reacio a aparecer. Para el proyecto de fusión se usó como sustento una supuesta propuesta de la OCDE que no era tal. En ese evento académico, el representante de la OCDE aclaró que ese organismo no recomendó una fusión de los reguladores peruanos. Con estas iniciativas, ya sea fusión o captura, el gobierno quiere pasar de todas maneras por el control de los reguladores. En el caso de la propuesta de fusión no había sustento, fue improvisado, una medida política.
El sector minería es muy fuerte, muy conflictivo y con mucha presión política.
Mirando hacia atrás, en el 2022, cuando se hacen los concursos públicos en Osinergmin se arma una terna y rápidamente se elige al presidente. En Ositran se declaró desierto, se vuelve a convocar y se reelige a la actual presidenta. En la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) solo dos pasan a la terna. Y en Osiptel, uno. Recordemos que era el gobierno de Pedro Castillo.
¿La sociedad qué puede hacer?
Tratar de luchar desde la posición que cada uno tiene y encontrar eco en otros sectores. Veo con pena y preocupación que no se le da al tema la debida importancia. Además, en el fondo hay algo más delicado: ¿Cómo vamos a postular a la OCDE si estamos dando un ejemplo flagrante de falta de institucionalidad en una pieza clave que es la independencia de los reguladores? Se necesita que sean independientes y hoy tenemos a un regulador en manos del Gobierno. Yo no minimizo el efecto que esto puede tener para unirnos a la OCDE.