La cantidad de conexiones con una velocidad superior a las 60 Mbps pasó de representar el 3% a nivel país en 2019 a ser el 11,5% el 2021, según la última encuesta Erestel, realizada por Osiptel. En paralelo, se redujo la insatisfacción de los clientes por bajas velocidades en el servicio.
El incremento en hogares con acceso a Internet fijo y móvil se elevó en más de un millón durante la pandemia (2019-2021) y llegó al 88% de las familias, pero además se casi triplicó la cantidad de conexiones de alta velocidad. Así lo reveló la última Encuesta Residencial de Servicios de Telecomunicaciones (Erestel) del Osiptel.
Según sus reportes, el acceso a internet (fijo o móvil) se ha más que cuadruplicado entre el 2012 y el 2021. En 2012 solo se tenía un 19,8% de penetración, pero para el 2021 se ha llegado a 87,7%. En el ámbito rural el salto es mucho mayor: se multiplico 34 veces al pasar del 2% a 68,7% en nueve años. Solo las conexiones móviles en la zona rural crecieron 68 veces, pues apenas llegaban al 1% en el 2012. A nivel país, las conexiones móviles pasaron del 3,9% al 85,8% en el mismo periodo, lo que significa que crecieron más del 2100%.
En cuanto a la velocidad contratada, Erestel revela que más familias han optado por mayores velocidades de navegación en los enlaces de internet fijo durante la pandemia. El porcentaje que accedió a contratos por más de 60 Mpbs pasó de representar un 3% en el 2019 a 11,5% para el 2021. Y las conexiones de entre 20 Mbps y 60 Mbps pasaron de un 15% a un 26,9% en el mismo periodo. En contraparte, las de menos de 10 Mpbs se redujeron en participación y caen de 33% a 12,2% en pandemia.
Si bien el gran crecimiento en conectividad está en los móviles, sobre todo en el área rural, las conexiones fijas también han avanzado en los últimos cinco años. Según la citada encuesta, entre el 2016 y el 2021 se pasó de una penetración del 28,7% a nivel nacional a un 39,4% en fijos, mientras que en móviles fue de 64,3% a 85,8%. En Lima las conexiones fijas pasaron de 49,7% a 68,5% en cinco años, mientras que en el área rural fue de 2,8% a 9,9%.
Se dio una sustancial reducción en los accesos desde cabinas públicas, las cuales eran, diez años atrás, la forma en la que más personas podían acceder a internet. Se pasó, a nivel país, de 21,6% en 2016 a 0,8% en 2021. La mayoría de conexiones (78,3%) son ahora por un celular o tableta que paga por el servicio móvil.
En las zonas rurales la conexión desde un celular o tableta pagando por el servicio crece bastante y llega a 92,4%, según Erestel. Era 81% en 2019 y 64,8% en el 2016. Por el contrario, los accesos desde una cabina pública se minimizan al pasar de 46,3% en 2016 y 2,9% en 2019 a solo 1% en 2021. En dichas zonas también se observó un descenso en los accesos desde el móvil gratis (en una red WiFi en parques públicos, por ejemplo), pasando de 7,5% a 5,7% en el citado periodo.
A nivel personas, no hogares, también hay un incremento sustantivo en la zona rural, porque se considera que se cubrió al 50% de la población mayor de 12 años en el 2021, mientras que en el 2016 era solo un 32%. A nivel país se sumaron dos millones de personas de dicha edad al uso de internet en cinco años, pasando de 57,8% (17,4 millones) en el 2016 a 72,2% (19,8 millones) en el 2021. Los grupos que más aumentaron su uso de internet fueron los que habitualmente estaban menos conectados: mujeres, el segmento DE y el grupo etario de 12 a 17 años.
Hace 9 años cuatro de cada cinco no tenían dispositivo para acceder a internet. Hoy cuatro de cada cinco si lo tienen
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