Matlab: cuando una crisis se convierte en una oportunidad de avanzar

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Marco Loret de Mola es un amante de la matemática que no se dejó dominar por el desánimo ante las exigencias de aislamiento que la nueva realidad impone. No solo migró las clases al plano virtual, sino que encontró en Youtube al mejor de sus aliados.

En la calle la gente lo reconoce. Se le acercan y – guardando los dos metros de distancia – le agradecen por su programa en Youtube. Directivos de empresas lo llaman y le preguntan cómo pueden apoyarlo, porque les encantan sus videos. Le dicen que los ayudan a tomar decisiones estratégicas sobre el devenir de sus negocios. Y hasta los políticos lo escuchan todas las noches, atentos, para tomar nota.  

En marzo del año pasado, cuando se supo que llegó la covid-19 al país, él y su equipo se asustaron, pero no se dejaron ganar por el desánimo. El fundó hace ocho años Matlab, una escuela de matemáticas para niños, adolescentes y adultos. Dan clases particulares para ayudar a las personas a entender la importancia de los números en la vida diaria. Con el anuncio de la primera cuarentena era claro que ya no podrían dictar clases presenciales. La alternativa era clara: migrar a la enseñanza virtual.  

En paralelo, en esas reuniones del equipo para pensar salidas a la crisis, uno de los profesores sugirió hacer un video en YouTube en donde se evalúe la tendencia de contagios. Tuvo tan buena acogida que decidieron hacer otro comparando la pendiente de crecimiento de contagios de Italia con la peruana. Esto tenía sentido porque el objetivo de la academia no es que los niños aprendan a sumar, sino que integren la lógica matemática a su vida y la usan en lo cotidiano para poder tomar mejores decisiones.    

“Siempre estamos detrás de explicar mediante los números los fenómenos cotidianos, vivenciales, reales”, recalcó Marco Loret de Mola. Por eso tuvo sentido tomar la sugerencia de hacer este programa todos los días, de lunes a sábado. Esperaban el reporte oficial del Minsa y armaban en una pizarra, con esas tizas de siempre, sus proyecciones. Poco a poco fue añadiendo más números y pendientes al análisis. Los mismos espectadores sugerían en mensajes qué otros factores analizar.  

El resultado fue un video diario de alrededor de 5 minutos en donde, tiza en mano, explica cómo va avanzando la pandemia y se analizan las tendencias. Todo inundado de un espíritu optimista y sazonado con consejos de prevención al mejor estilo del “profe” de matemáticas que es. En enero del 2021 ya había superado las 100 mil suscripciones a su canal, los 300 videos publicados en Internet, los 15 millones de reproducciones y salía en la portada del suplemento Somos, del diario El Comercio. 

La escuelita se vuelve famosa 

Marco Loret de Mola enseña matemáticas desde que tiene 17 años. Entró a trabajar al mundo de las ventas y el marketing, pero nunca dejó la docencia de lado ni su pasión por reivindicar la mala fama que tienen las matemáticas. Por eso lanzó hace ocho años Matlab con mucho entusiasmo.   

Los inicios no fueron fáciles. Su primer error, acepta, fue invertir demasiado. Alquiló un local y lo decoró sin escatimar en gastos. Su oferta de clases particulares fue bien recibida pues existía un nicho por atender, pero la recuperación de la inversión les tomo un buen tiempo: casi cinco años.  

Antes de la pandemia, explicó, tenían no más de 200 alumnos presenciales. Varios programas son contratados de forma anual, así que ya tenían una clientela garantizada en abril del 2020.  Además, brindan programas de formación a maestros que tampoco fueron interrumpidos. El primer reto era seguir en el mundo virtual y cancelar el alquiler del local.  

Los 35 profesores se mudaron a casa y dictaron las clases en remoto. Matlab, nos explicó, ya tenía experiencia con algunos cursos virtuales así que adaptaron esas herramientas y las incorporaron a toda la plana docente. El reto fue mayor, porque es más difícil cautivar a un niño a la distancia, pero se tomaron todas las tecnologías pedagógicas necesarias para lograr el objetivo. Rendirse no era una opción.  

¿Regresar a clases presenciales este año? No. Asegura que las clases seguirán siendo virtuales porque el panorama todavía es complicado. En un futuro no tan lejano esperan lograr concretar clases para profesores presenciales, porque la pasión se contagia mejor en vivo y directo. Pero en lo inmediato se seguirá con todo lo implementado el 2020. La diferencia es que el año pasado cerraron con 800 alumnos y este año la meta es llegar a mil. 

El crecimiento en alumnos fue gradual, cuenta. Matlab empezó a hacerse famoso con los videos. Se viralizaban, la gente los compartía y se fueron volviendo cada vez más famosos. En los videos no se habla de la escuela en sí, pero el impacto positivo que dejan las explicaciones del “profe” permite ganar simpatía y despiertan la curiosidad de los espectadores, que terminan averiguando más sobre las clases.  

Su público principal son los niños que necesitan refuerzo en matemáticas y los profesores que requieren técnicas para mejorar su forma de enseñar a amar los números, pero también atienden al segmento corporativo con capacitaciones para mejora el manejo de la lógica matemática de una manera lúdica y entretenida. De hecho, la mitad de los ingresos de la escuela vienen de ese último segmento de adultos. En ese otro mundo hasta videos formativos para el IPE han hecho.    

La toma de decisiones no solo se hace basándose en el corazón, sino con una planificación. Ojalá venga un líder que, apoyado de la matemática, la aplique en cada aspecto de su vida. En las empresas de primer mundo le meten cabeza a todo. Si metes cabeza, tendrás mejores resultados”,

Marco Loret de Mola (44), director de Matlab.  

Mirando a través de las fronteras 

¿Planean seguir subiendo videos? Los programas del canal de YouTube no son un negocio en sí, aunque cuentan con auspicios. No los buscaron. Llegaron espontáneamente. Marco comentó que en un programa un día se quejó de que le faltaban tizas, a manera de broma, y los espectadores etiquetaron a TayLoy. En el acto estaba el gerente de la empresa llamándolo para ofrecer apoyo con insumos. Y así pasó con el resto de los auspiciadores, llegaron solos, agradecidos, buscando apoyar a ese profesor que explica tan claro las tendencias pandémicas y les da luces, sin buscarlo, sobre cómo planear sus acciones. 

Los videos seguirán. Pero ese no es el único plan de Matlab. Están creando historias en donde se utilice la matemática en la vida diaria que puedan ayudar a los niños a incorporarla a su vida de forma positiva. Y ya están trabajando en una aplicación para el móvil que sirva de soporte y ayuda para los profesores y alumnos de sus cursos. Con herramientas lúdicas, archivos de las clases anteriores, etc. Lo harán con tiempo y cuidado, porque antes ya lo han intentado antes, pero encontraron proveedores que les fallaron.  

También han recibido otras propuestas de expansión. Desde productos editoriales hasta franquicias. De hecho, están conversando con un Fondo de Inversión para ver la posibilidad de inyectar capital para llevar las clases particulares a más niños y adultos. Están en conversaciones, depende de que se defina cuánto quieren crecer.  

Lo que sí está claro es que buscan posicionarse Matlab dentro de todos los países de habla hispana del continente. “Queremos lograr que Sudamérica y no solo el Perú use la herramienta de los números para tomar decisiones”, afirmó. Su plan es ir introduciendo su oferta comercial de clases particulares este año en algunos países vecinos. Eso sin olvidar el otro plan que poseen: dictar algunos programas gratuitos a poblaciones en situaciones complicadas. Esa es, nos comentó, una forma de poder retribuir a la sociedad lo que les ha dado.

Todos los días, de lunes a sábado, Marco Loret de Mola sube videos cortos en los que analiza estadísticamente las cifras nacionales con la data oficial del Ministerio de Salud. Su objetivo es que la gente entienda qué es lo que está ocurriendo.

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