Los delitos informáticos son el pan de cada día en el Perú. De acuerdo con las estadísticas provistas por la Policía Nacional del Perú (PNP), solo entre enero y febrero de este año, hubo más de 6 mil denuncias por delitos informáticos, cifra que representa pérdidas por estafas digitales de más de S/ 3 millones, señaló Claudia Torres, jefa comercial de Intecnia Corp., country partner de Bitdefender.
Los delitos que lideran el ranking son el «fraude informático», que representa el 69% de las denuncias (4,431 casos) entre enero y febrero del 2025, seguido de la «suplantación de identidad», con el 22% (1,404 casos). Se estima que solo en enero del 2025 hubo 116 reportes de suplantación de identidad.
Mientras el fraude informático consiste en la manipulación de datos o programas informáticos con el objetivo de obtener un beneficio económico, en el caso de la suplantación se trata de tomar la identidad de otra persona con diferentes fines que conllevan la ejecución de otros delitos, como el chantaje o la difamación.





La Dirección de Ciberdelincuencia de la PNP alertó en RPP que existe una preocupante tendencia al alza en la incidencia de delitos informáticos, registrándose un incremento de casi 40% anual. Además, los datos oficiales establecen que solo casos de suplantación de identidad han pasado de 747 en 2023 a 1,204 en 2024.
A su vez, un total de 42 mil denuncias que fueron registradas en 2024, implicaron pérdidas por S/ 90 millones, según informó la Policía Nacional del Perú (PNP) a RPP. Teniendo a Lima Metropolitana liderando los casos con 23.7 mil incidentes, seguida de Piura, La Libertad y Arequipa. El año previo (2023) fueron poco más de 30 mil casos a nivel nacional y en 2022 se bordeó los 22 mil. Estos datos reflejan una preocupante tendencia al alza en la criminalidad en el país.
El Dr. Erick Iriarte Ahon, CEO de eBIZ, remarcó que esta alza también refleja una mayor confianza en el sistema para introducir las denuncias, pero aún hay mucho que no se denuncia por ser relativo al honor o la intimidad. Además, dijo, falta un juzgado especializado en la materia, que atienda no solo las denuncias por robo o estafa virtual, sino que pueda procesar casos graves que afecten a los activos nacionales, como el manejo de la luz, la energía o los puertos.
La Dirección de Ciberdelincuencia de la PNP alertó en RPP que existe una preocupante tendencia al alza en la incidencia de delitos informáticos, registrándose un incremento de casi 40% anual.
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Según cifras del Sistema Informático de Denuncias Policiales (Sidpol) de la PNP, obtenidas por RPP Data, el 41% de las víctimas tiene entre 30 y 45 años, el 29% entre 45 y 64 años, y el 20% corresponde a jóvenes de 18 a 29 años, convirtiéndolos en el tercer grupo más afectado.
Claudia Torres advirtió a eBIZ Noticias que, si bien estos grupos son más hábiles con la tecnología, son también más susceptibles al fraude informático porque «a menudo, por ejemplo, manejan más información financiera y personal de modo digital, lo que los hace un objetivo atractivo para los estafadores. A ello, se suma la falta de conocimiento sobre seguridad digital, no mantenerse actualizados sobre las últimas tácticas de fraude o la confianza excesiva en la tecnología», apuntó.
A su entender se torna indispensable que los jóvenes y adultos menores de 45 años implementen mejores prácticas de seguridad en línea, lo cual incluye el uso de contraseñas seguras, la verificación de la autenticidad de los sitios web y la identificación de correos electrónicos o mensajes sospechosos.
«La prevención requiere principalmente de mantenerse bien informados sobre los mecanismos de acción y alertas ante un posible ataque».
Claudia Torres, jefa Comercial de Intecnia Corp., country partner de Bitdefender
Estos ataques se basan principalmente en engaños o trucos que atrapan desapercibida a la víctima. Se ocultan a simple vista, sondeando, infiltrándose y propagándose por las redes sin ser detectados, añadió, ya sea a través del phishing (correos que parecen legítimos, pero no lo son) y distintas alternativas de malware, incluyendo virus, gusanos, troyanos, ransomware, spyware y adware, entre otros.
El phishing, aclaró, busca obtener información a través del engaño y es diferente de la suplantación de identidad, pero está relacionado con ella. En muchas ocasiones los ataques de phishing suelen utilizar la suplantación de identidad para revestirse de mayor credibilidad. Por ejemplo, los cibercriminales envían un correo a los trabajadores haciéndose pasar por el gerente general o el contador para robar accesos a las cuentas bancarias de la empresa.
«La prevención requiere principalmente de mantenerse bien informados sobre los mecanismos de acción y alertas ante un posible ataque», remarcó Claudia Torres. Eso implica estar informado sobre las últimas modalidades de estafas y cómo reconocerlas, mantener una actitud crítica y cautelosa y usar herramientas de seguridad para proteger la información personal o sensible. «Si una oferta suena demasiado atractiva o urgente, probablemente sea una estafa», alertó.