Hoy 3 de mayo se cumplen 30 años desde que se instituyó la conmemoración de la Libertad Internacional de Prensa, por recomendación de la Unesco. La ceremonia central es en Nueva York.
Cada 3 de mayo, desde 1993, se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Fue la UNESCO quien recomendó a la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrar esta fecha atendiendo al derecho que tienen los ciudadanos de recibir información sin censura ni manipulación de quienes ejercen el poder en la sociedad.
Como este año se cumplen 30 años desde que se instituyó está celebración, se está realizando un doble evento en Nueva York: una conferencia mundial en la sede de las Naciones Unidas y la ceremonia de entrega del Premio Mundial de Libertad de Prensa UNESCO/Guillermo Cano en The Shey.
La libertad de prensa es un derecho que tienen los medios de comunicación de investigar e informar sin ningún tipo de limitaciones o coacción, como la censura previa o el acoso. Nace como consecuencia del derecho universal a la libertad de expresión que tiene todo ciudadano, lo cual incluye buscar, recibir y difundir información, ideas u opiniones.
Con la expansión de las redes sociales en la última década, cada vez hay más ciudadanos difundiendo hechos y opiniones en internet. Estos contenidos son elaborados en algunas ocasiones por los medios de comunicación masiva, pero en muchos casos estamos hablando de personas que no pertenecen a la prensa. También, se ha elevado la difusión de las fake news (noticias falsas o tendenciosas). El debate actual es si debe o no haber control de esos contenidos y si se afecta la libertad de prensa en ese proceso.
Atendiendo a esta preocupación, en febrero de este año, UNESCO organizó un encuentro de diálogo mundial (I4T, #Internet4Trust) con el fin de proporcionar directrices para regular las plataformas digitales, luchar contra la desinformación y la incitación al odio y proteger la libertad de expresión y los derechos humanos. El punto culminante del trabajo, que se viene gestando desde hace un par de años atrás, fue esta conferencia internacional, organizada en París, en donde se pulió un documento con las directrices a tomar en cuenta. El texto, en su tercera edición, deberá estar listo a mediados de este año para que pueda ser atendido por los gobiernos, organismos reguladores y empresas digitales.
“Muchos de los medios de comunicación, explicó Iriarte, encuentran en el entorno digital dos formas diferentes de trabajar: crean nuevos medios completamente digitales o reflejan lo que tienen fuera de la red en los entornos digitales”.
Latinoamérica estuvo presente, a través de una reunión presencial en París, aportando sugerencias para el citado documento. Erick Iriarte, CEO de eBIZ, participó en dicho evento en febrero y la semana pasada estuvo comentando los avances en el documento en el panel “Después de Paris, ¿por dónde seguimos con la moderación de contenido?”, organizado por la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa).
Erick Iriarte remarcó que, en el encuentro de París, se dieron avances sustanciales a las versiones 1 y 2 de las directrices, en el sentido de garantizar el respeto a la libertad de prensa para salvaguardar este pilar de la democracia. “Hay un avance notable”, dijo tras advertir que aún hay varios puntos por pulir.
Lo que no ha visto reflejado aún, comentó, es la capacidad de las normas para lograr que lo acordado pueda ser atendido por todos los gobiernos regionales. En América Latina hay muchas dificultades para contar con una misma regulación en todos los países, a diferencia de Europa que es más homogénea. Se planteó diseñar unos Puntos Mínimos Regulatorios (PMR) en torno a los generadores de contenido y las plataformas que puedan ser aplicados también en realidades como la prensa latinoamericana.
“Los generadores de contenido están en todos lados. La gestión de plataformas está sobre todo en la zona norte global (Europa y Estados Unidos). Al intentar replicar la misma regulación de contenidos se tiene un problema práctico en la región. A veces, no tienen oficinas en el sur global. Se necesitan dos frentes: para la gestión de contenidos y plataformas globales y para los gestores intermedios”, dijo.
Muchos de los medios de comunicación, explicó Iriarte, encuentran en el entorno digital dos formas diferentes de trabajar: crean nuevos medios completamente digitales o reflejan lo que tienen fuera de la red en los entornos digitales. “Si estos medios, que tienen pleno ejercicio de la libertad de expresión y la libertad de prensa, van a tener la misma regulación (que otros generadores de contenidos) porque son plataformas, se comienza a entrar en una zona conflictiva”, advirtió. Esa diferencia no estaba tan clara en las versiones anteriores y debe ser bien delimitada para salvaguardar la libertad de prensa, apuntó.
Sepa más: El derecho a la libertad de expresión está consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que describe sus elementos fundamentales como derecho consustancial a todas las personas.