Pamela Navarro, directora y fundadora de Atalla Legal, consultora especializada en temas laborales y transformación cultural. Fue creada en el 2020 y desde entonces han puesto especial énfasis en resolver problemas de género, diversidad e inclusión social en el ambiente laboral. En esta entrevista nos comparten su visión sobre el nuevo reglamento de teletrabajo.
¿Cómo se ha estado llevando a cabo el teletrabajo en lo que va del 2023?
Las empresas han continuado utilizando el régimen del trabajo remoto a la espera de la publicación del reglamento y en este periodo de tiempo no ha habido inspecciones por parte de Sunafil al respecto. Recién ayer, con la entrada en vigencia del reglamento, tenemos el panorama claro sobre cuáles son las reglas y obligaciones para la aplicación del teletrabajo y en el plazo de 60 días, que ha señalado el reglamento, las empresas tendrán que adecuar sus políticas y procedimientos.
¿Son muchos o pocos los que usan el teletrabajo?
Hay muchas empresas que han conservado la modalidad híbrida bajo los alcances de la Ley de trabajo remoto y creo que con el reglamento tal como ha salido publicado, es posible que migren al teletrabajo. En el sector público son pocas las instituciones que han mantenido el esquema remoto o híbrido, pero ciertamente tanto la Ley como el Reglamento del teletrabajo buscan la promoción hacia un esquema de teletrabajo parcial.
¿Estima que el reglamento es un aporte valioso?
Sin duda aporta. Cierra la discusión sobre si se puede o no pactar en contra para que los gastos asociados al teletrabajo puedan ser asumidos por el trabajador, siguiendo la línea de lo establecido en la Ley. Regula la confidencialidad de la información, el derecho a la desconexión, los lineamientos sobre la seguridad y salud de los trabajadores que teletrabajen y por primera vez se habla de un esquema beneficioso para las poblaciones vulnerables, en donde debemos preferir, en la medida de lo posible, la aplicación del teletrabajo, tanto para ellos como para las personas con discapacidad.
¿Se resolvió de la mejor manera el tema del gasto en electricidad e internet del teletrabajador?
En principio lo asume el empleador, salvo pacto en contrario. Yo creo que esto es beneficioso si partimos de la premisa que la aplicación del teletrabajo es voluntaria. No podemos dejar de reconocer que el teletrabajo genera un ahorro tanto para el empleador como para el trabajador quien, en algunas oportunidades, preferirá asumir el costo de la luz e internet, a cambio de poder teletrabajar, esquema en el que ahorra en transporte, alimentación y sobre todo tiempo.
¿Qué faltaría para dar las garantías e incentivos adecuados al teletrabajo?
Creo que nos falta entender que este es un sistema flexible que va a ir cambiando en el tiempo, así como avanza la globalización y las tecnologías de la información. Está pendiente una mejor regulación para los extranjeros a quienes contratemos bajo la modalidad de teletrabajo y desarrollen trabajo desde el exterior, porque ciertamente no pueden tener el mismo tratamiento laboral que los residentes peruanos.
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