El doctor Ernesto Castillo Fuerman, jefe de la Oficina General de Tecnologías de la Información y Estadística del Ministerio de Defensa (Mindef) fue Comandante general del Comando de Ciberdefensa del ejército peruano y General de Brigada del Ejército del Perú. En esta entrevista lamenta que los ciberdelincuentes hayan encontrado un nuevo botín en nuestro país, y no solo incrementen los ataques, sino los hagan más sofisticados, demandando un mayor esfuerzo y dedicación de recursos para lograr una adecuada ciberseguridad.
¿Cómo se ha ido avanzando el control del cibercrimen en el país? ¿Qué progresos y trabas se han encontrado?
El Perú ha experimentado un notable incremento en los incidentes cibernéticos en los últimos años. Esta situación ha obligado al país a intensificar sus esfuerzos para combatir el cibercrimen. Se han logrado avances significativos, como el fortalecimiento de la legislación, la creación de unidades especializadas y la promoción de la cooperación internacional. Sin embargo, persisten desafíos importantes que obstaculizan el control efectivo de estos delitos. Uno de los principales desafíos es la escasez de recursos.
Las instituciones encargadas de combatir el cibercrimen suelen enfrentar limitaciones en términos de presupuesto, personal capacitado y tecnología. Además, la complejidad de los ciberataques y su constante evolución dificultan su investigación y persecución. La falta de conciencia de la población sobre los riesgos cibernéticos también representa un obstáculo para la prevención de estos delitos.
Para mejorar el control del cibercrimen en Perú, es necesario adoptar una serie de medidas. Entre ellas destacan la inversión en tecnología y capacitación, la promoción de la colaboración público-privada, el fortalecimiento de la legislación y la sensibilización de la población. Es fundamental que el Estado, las empresas y los ciudadanos trabajen de manera conjunta para construir un entorno digital más seguro.
El control del cibercrimen en Perú es un desafío complejo que requiere una respuesta integral. Si bien se han logrado avances importantes, aún queda mucho por hacer para proteger a la sociedad de las amenazas cibernéticas. Es necesario un esfuerzo sostenido y coordinado de todos los actores involucrados para garantizar la seguridad en el ciberespacio.
¿Qué impacto tiene hoy el cibercrimen? ¿Qué efectos produce en la sociedad?
Imagínate que te roban tu identidad en línea y alguien usa tu nombre para cometer fraudes. O peor aún, que un hacker ataca el sistema de tu banco y te quedas sin tus ahorros. Esto es lo que viven muchas personas a causa del cibercrimen. En Perú, los ataques cibernéticos han aumentado considerablemente, afectando desde grandes empresas hasta ciudadanos comunes.
Los hackers pueden robar información personal, extorsionar, o incluso paralizar servicios esenciales como la electricidad o el agua. Esto no solo genera pérdidas económicas, sino que también nos hace sentir inseguros y desprotegidos en nuestro propio hogar digital.
Para combatir este problema, necesitamos que todos pongamos de nuestra parte. Desde el gobierno, hasta las empresas y nosotros mismos, debemos tomar medidas para protegernos. Esto incluye practicar la higiene cibernética, prácticas permanentes con algún dispositivo informático en internet, como estar atentos a las estafas en línea, usar contraseñas seguras y mantener los dispositivos actualizados. Solo así podremos construir un mundo digital más seguro para todos.
«Las instituciones encargadas de combatir el cibercrimen suelen enfrentar limitaciones en términos de presupuesto, personal capacitado y tecnología. Además, la complejidad de los ciberataques y su constante evolución dificultan su investigación y persecución».
¿Se podría decir que el cibercrimen es parte sustancial de la inseguridad ciudadana? ¿Es la ciberdefensa necesaria para contrarrestar la inseguridad que vive el país?
El cibercrimen ha permeado profundamente en la estructura de la inseguridad ciudadana. Ya no es un problema aislado, sino un hilo conductor que conecta diversos delitos, desde el robo de identidad hasta el tráfico de drogas y el terrorismo.
Los ciberdelincuentes aprovechan las vulnerabilidades de los sistemas informáticos para cometer una amplia gama de delitos, generando pérdidas económicas significativas, socavando la confianza en las instituciones y poniendo en riesgo la seguridad de las personas.
Tener una ciberseguridad resiliente se erige como una característica esencial contra esta nueva ola de criminalidad. Al fortalecer la seguridad de los sistemas informáticos, las organizaciones y los ciudadanos pueden protegerse de los ataques cibernéticos, preservar la integridad de sus datos y garantizar la continuidad de sus operaciones. En un mundo cada vez más digitalizado, la ciberdefensa es un componente indispensable de la seguridad nacional.
La protección de la infraestructura críticas nacionales y recursos claves a fin de mantener las capacidades nacionales son tareas fundamentales para garantizar el bienestar de la sociedad. Sin embargo, la ciberdefensa es un desafío complejo que requiere una inversión sostenida en tecnología, capacitación y colaboración entre el sector público y privado.
«El control del cibercrimen en Perú es un desafío complejo que requiere una respuesta integral. Si bien se han logrado avances importantes, aún queda mucho por hacer para proteger a la sociedad de las amenazas cibernéticas»
¿Cómo afecta el cibercrimen al desarrollo económico del país?
El cibercrimen es una realidad que afecta a millones de personas en todo el mundo, incluyendo a muchos peruanos. Cuando una empresa es víctima de un ciberataque, puede sufrir pérdidas económicas significativas, interrupción de sus operaciones y daño a su reputación. Esto, a su vez, puede llevar al despido de empleados, al aumento de precios para los consumidores y, en casos extremos, al cierre de la empresa.
Para una persona, ser víctima de un ciberdelito puede tener consecuencias devastadoras. El robo de identidad puede llevar a la acumulación de deudas, al rechazo de solicitudes de empleo y a problemas legales. Además, el daño psicológico puede ser significativo, ya que las víctimas pueden sentirse violadas y expuestas.
Más allá del impacto individual y empresarial, el cibercrimen también frena el desarrollo económico de un país. Cuando los inversores extranjeros perciben que un país es vulnerable a los ciberataques, son menos propensos a invertir en él. Esto limita el crecimiento económico y la creación de empleo. El cibercrimen es un problema grave que afecta a todos los niveles de la sociedad.
Es fundamental que tomemos medidas para protegernos y proteger a nuestros seres queridos. Esto implica estar informados sobre las últimas amenazas, adoptar medidas de seguridad en línea y exigir a las autoridades y empresas que tomen acciones para combatir este flagelo.
«El cibercrimen ha permeado profundamente en la estructura de la inseguridad ciudadana. Ya no es un problema aislado, sino un hilo conductor que conecta diversos delitos, desde el robo de identidad hasta el tráfico de drogas y el terrorismo».
¿Se tiene un estimado del impacto económico del cibercrimen para este año? En el 2023, solo la División de Estafas informó a la prensa que se habían registrado 1,487 denuncias de estafas digitales con pérdidas por unos S/ 53 millones…
El año pasado, miles de peruanos fueron víctimas de estafas digitales, sufriendo pérdidas millonarias. Y aunque aún no tenemos las cifras exactas para este año, todo indica que la situación empeorará. Es como si los ciberdelincuentes hubieran encontrado un nuevo botín en nuestro país, y cada vez son más sofisticados en sus ataques. Pero, ¿por qué ocurre esto? La respuesta es sencilla: vivimos en un mundo cada vez más conectado, donde gran parte de nuestra vida se desarrolla en el mundo digital.
Desde nuestras finanzas hasta nuestras relaciones personales, todo pasa por internet. Y esto nos vuelve más vulnerables a los ataques cibernéticos. Entonces, ¿qué podemos hacer? Lo primero es estar informados. Conocer las últimas estafas, aprender a identificar correos electrónicos sospechosos y proteger nuestras contraseñas son pasos fundamentales. Pero también necesitamos que las empresas y el gobierno tomen medidas para protegernos. Desde invertir en ciberseguridad hasta crear leyes más duras contra los ciberdelincuentes. La ciberseguridad no es un lujo, es una necesidad. Es hora de que todos nos unamos para combatir este flagelo que amenaza nuestra tranquilidad y nuestra economía.
¿Qué se está haciendo en el fuero militar para mejorar la ciberseguridad del país?
Desde el Ministerio de Defensa, con apoyo de CISCO y Merlin Data Tecnology, se está trabajando desde el año pasado en un programa denominado “Cibersoldados: Ciudadanos Digitales y empoderados en la Ruta de la Ciberseguridad”, habiendo capacitado [el 2023] a cerca de 1,000 [individuos] entre oficiales, técnicos, sub- oficiales, oficiales de mar, tropa del servicio militar voluntario y empleados civiles, los cuales se certificaron como “Analistas de Ciberseguridad Junior”.
Este año vamos capacitando a cerca de 3000 más, incluyendo personal en situación de retiro y licenciados, en el curso de “Introducción a la Ciberseguridad”, Esperamos igualmente que también se certifiquen a fin de año como “Analistas de Ciberseguridad Junior”. Este es un ejemplo como el Estado y la empresa privada pueden fortalecer lo más importante que tiene una entidad, el talento humano, para que tengan herramientas para enfrentar con éxito este flagelo de la ciberdelincuencia.
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