Durante el Foro Internacional de Exportación de Servicios realizado como parte del Perú Service Summit, empresarios exportadores de software recalcaron que el apoyo que se busca por parte del Estado no es necesariamente dinero, sino sobre todo una gestión facilitadora de las relaciones comerciales.
En medio de un panorama de reactivación de las exportaciones de servicios, que en el primer semestre crecieron 77%, se viene desarrollando en Lima el Perú Service Summit 2022, una plataforma de promoción que en esta décimo primera edición incluye la exposición de soluciones especializadas del 30% de nuestros exportadores. El evento, que va del 14 al 18 de noviembre, cuenta con tres componentes: académico (un foro internacional y talleres especializados), negocios (una rueda internacional del 15 al 17) y el reconocimiento al mejor desempeño con los premios Perú Exporta Servicios.
Según informó Promperú, medio centenar de empresas de Europa y América Latina negociarán más de US$41 millones con exportadores peruanos de servicios especializados, siendo las soluciones de software y marketing digital las líneas de servicios que más destacan. Estiman que más del 90% del sector banca y seguros demandará soluciones de analítica avanzada y el 50% del sector de retail y consumo masivo mostrará interés por la oferta peruana. Las líneas de servicios a la minería y software, añadieron, serán las más solicitadas por los contratantes internacionales.
Dada su relevancia dentro del sector servicios, la industria del software tuvo en el foro del lunes 14 un espacio para debatir sus necesidades en el panel “Competitividad y retos en la Industria peruana de Software”. En él, Erick Iriarte Ahon, CEO de eBIZ, resaltó la necesidad de contar con más apoyo estatal, lo que no necesariamente se traduce solo en dinero. Iriarte comentó acerca del proceso de expansión de eBIZ, que lleva más de una década en Colombia y a donde llegaron solos; de su reciente arribo a Ecuador con miras a perdurar; y de la epxloración del mercardo Boliviano y Centroamericano. Pero tambiénexplicó que, para prosperar en el extranjero, se necesita toda una red de apoyo. En estos nuevos mercados, dijo, se requiere una gestión local que permita concretar reuniones con posibles clientes o socios, facilidades para tener encuentros de trabajo con la red de contactos, etc.
“Necesitamos apostar por crecer y eso significa apostar por la gente. Crecer es mucho más que montar una oficina en otro país”, afirmó Iriarte. “A veces basta con tener un buen aliado, alguien de confianza. Nosotros somos parte de una red más grande [La Salle] que nos ha dado contactos y soporte. Pero hemos requerido entrenar más personal para crear soluciones en esos otros mercados”, añadió.
Las nuevas tecnologías han generado un aumento de la demanda de personal especializado que requieren un aprendizaje constante y entrenamiento del equipo, o la contratación de nuevos colaboradores que van a costar más caro, comentó. En ese sentido, se requiere apoyo estatal, pero no solo pensado como exoneraciones de impuestos, sino en línea con una academia que atienda las necesidades del mercado y una política pública de apoyo integral al exportador de servicios, dijo.
Coincidió Rolando Liendo, gerente general de Lolimsa, quien afirmó que las herramientas son cada vez más intuitivas y basta tener un equipo con habilidades blandas –autoestima, apertura para aprender, creatividad– para repotenciarlos. Si se les enseñar a usar estas herramientas, se podrá ser competitivos en el exterior. “El mercado afuera es muy duro y necesitamos apoyo para llegar bien preparados. No se trata de regalarnos dinero”, afirmó.
Un aspecto importante es, para empezar, tener una sola voz a nivel de gremios para impulsar la búsqueda de soluciones, aclaró Iriarte. El sector tecnológico está fragmentado entre asociaciones, cámaras y otros organismos que tienen luchas independientes, las cuales unidas podrían tener más fuerza, remarcó.
Además, es importante incorporar metodologías que permitan ofrecer servicios de calidad y se puede aprovechar una economía de escala a nivel de gremios para lograr elevar la calidad de nuestra oferta. Por ejemplo, se pueden obtener certificaciones a mejor precio cuando se compran en paquete para todo un grupo de empresas de software. Eso ayuda a asumir los costos y permite ganar competitividad frente a los jugadores extranjeros, añadió Pablo Fernández, gerente general de Royal Systems.
Las exportaciones de servicios modernos, que comprenden aquellas que usan internet, han crecido un 6,4% en el primer semestre y tienen mucho potencial por desarrollar si se articulan los esfuerzos públicos y privados, agregó a su turno Roberto Sánchez, titular del Mincetur.
Para lograr desarrollar todo su potencial, enfatizó Iriarte, se requiere una mejora en la gestión y un mayor impulso. “La administración pública no ve aun al software cómo una industria exportadora trascendental y los actores no apuntan a un marco normativo completo sino solo al de las exoneraciones, que a la larga no se materializan”, advirtió. “Se ha avanzado bastante en últimos dos años, pero falta mejorar más la cooperación”, reafirmó.
El dato: En todas sus ediciones, tanto nacionales como internacionales desde el 2011 a la fecha, el Perú Service Summit ha generado oportunidades comerciales por US$ 931.5 millones y ha convocado a más de 160 000 profesionales.
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