Subsecretaría de Tecnología de la Información de la Jefatura de Gabinete de Ministros de Argentina emite una disposición con recomendaciones y principios éticos para el desarrollo y aplicación de la Inteligencia Artificial (IA).
Argentina arranca junio con una serie de lineamientos para el uso y desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) en el país. La Subsecretaría de Tecnología de la Información de la Jefatura de Gabinete de Ministros de Argentina emitió el 1º de junio de 2023 una disposición con recomendaciones para el uso y desarrollo de la IA respetando una serie de principios éticos.
Bajo el título “Recomendaciones para una Inteligencia Artificial Fiable” (Disposición 2/2023), informaron, se incluyen reglas claras que buscan garantizar que los beneficios de los avances tecnológicos sean aprovechados por todos los sectores de la sociedad, fortaleciendo el ecosistema.
La guía, detallaron, busca garantizar el aprovechamiento de los beneficios de cualquier desarrollo tecnológico por todos los sectores de la sociedad, además de fortalecer las capacidades de innovación, desarrollo y producción de soluciones tecnológicas en el ecosistema científico y tecnológico argentino. La norma se enmarca dentro de una estrategia más amplia que prioriza la soberanía tecnológica y permite abordar los problemas sociales, productivos y medioambientales del país.
Según detalló Fátima Toche Vega, gerente legal de Iriarte & Asociados, el documento abarca las tres etapas en el ciclo de vida de la IA: va desde el pre-ciclo, incluyendo el diseño y modelado de datos, hasta el entrenamiento y evaluación del modelo, además de su implementación final.
Entre las recomendaciones se incluye conformar un equipo humano diverso y multidisciplinario con un adecuado nivel de concientización sobre las implicancias del uso de la IA en la ciudadanía. También se establece que se debe definir el destino de uso de la IA y cómo se realizará el control humano. Es importante identificar, señala el documento, si los datos que se usarán son representativos y no discriminatorios y verificar si el modelo no está sesgado o discrimina a algún grupo en particular.
Las recomendaciones también establecen que se debe garantizar la privacidad y seguridad de los datos. Se debe evaluar si el modelo es justo y no se está discriminando a ciertos grupos, además de definir con claridad cómo se utilizará el modelo en la práctica. Informaron que es importante darle una supervisión constante para garantizar que se realice un monitoreo continuo y detectar a tiempo posibles problemas o sesgos y repararlo si es necesario. La trazabilidad y la auditoría son valiosas en ese sentido, porque permiten identificar posibles sesgos o errores en el modelo.
“El documento abarca las tres etapas en el ciclo de vida de la IA: va desde el pre-ciclo, incluyendo el diseño y modelado de datos, hasta el entrenamiento y evaluación del modelo, además de su implementación final”.
– Fátima Toche Vega, gerente legal de Iriarte & Asociados.
La secretaría explicó que, en el ciclo de vida de la IA, “se deben tomar medidas para garantizar la aplicabilidad del modelo, lo que significa que se debe poder entender cómo funciona y por qué toma ciertas decisiones. Para lograr esto, es importante utilizar datos transparentes y explicar cómo se han utilizado para entrenar el modelo”. Para lograrlo se pueden usar técnicas como la visualización de datos y la interpretación de modelos para ayudar a comprender cómo funciona el modelo, además de documentar todo el proceso de desarrollo.
Panorama local
En nuestro país se ha aprobado en el Congreso la primera autógrafa en materia de Inteligencia Artificial del país: el Proyecto de Ley 2775/2022-CR. El Poder Ejecutivo puede observarla o promulgarla en los próximos días. Su finalidad, en teoría, es promover el uso de la IA en el marco del proceso nacional de transformación digital, privilegiando a la persona humana. Sin embargo, Fátima Toche Vega, gerente legal de Iriarte & Asociados, consideró que se trata de una norma declarativa, que no abarca los problemas de fondo de la IA y no impulsará su uso seguro y eficiente porque no incorpora ninguna medida de promoción efectiva, ni aborda problemas de fondo de esta tecnología.
Lucía León Pacheco, coordinadora legal de Hiperderecho, consideró que el citado proyecto no añade nada nuevo al panorama del ecosistema y no amerita convertirse en ley, porque no tiene un impacto normativo a corto o mediano plazo, más allá del de abrir la conversación sobre el tema, que amerita un debate amplio, tal como se está dando en el mundo. Además, el texto en general carece de un enfoque de DD.HH. “Creo que las grandes preguntas y preocupaciones sobre la IA siguen sin ser respondidas (privacidad, uso de datos masivos, usos culturales, etc.)”, dijo.
Tanto en Europa, como en Estados Unidos, se vienen discutiendo distintas opciones de regulación sobre las herramientas que utilizan Inteligencia Artificial buscando una adecuada protección de los datos personales y el respeto de los derechos humanos. Fátima Toche lamentó que todavía no se esté entrando tan a detalle en el tema en el país. “Argentina nos lleva la delantera”, comentó.
