El domingo 15 de junio, Día del Padre, las provincias de Lima y Callao vivieron un sismo de magnitud 6.1 con epicentro a 30 kilómetros al suroeste del Callao y una profundidad de 49 kilómetros, según informó el Instituto Geofísico del Perú (IGP). El saldo fue un fallecido, más de 35 heridos, varias infraestructuras colapsadas y cortes de luz en Villa El Salvador, Ventanilla, Ancón y Pachacamac, según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI).
El Centro de Monitoreo del Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel) reportó que, durante el sismo de magnitud 6.1 ocurrido a las 11:35 a. m., se detectaron 38 estaciones base (antenas) afectadas en la región Lima. En el servicio de internet fijo no se registraron incidencias dado que no se observaron cortes de fibra óptica subterránea ni caída del cableado aéreo.
El impacto fue de menos del 1% y no constituyó una interrupción del servicio de telefonía e internet móviles, afirmaron, sino una leve degradación en la calidad en algunos distritos de la capital. El impacto general fue limitado porque las estaciones base adyacentes asumieron temporalmente el servicio de aquellas que quedaron fuera de operación, evitando una interrupción generalizada.
Remarcaron desde el Osiptel que para la institución es importante realizar la supervisión constante de los planes de acción en caso de emergencias. Desde el 2017, comentaron, vienen fiscalizando los mecanismos de protección de respaldo de energía, como bancos de baterías y grupos electrógenos, y el respaldo de las redes de acceso y transporte de las operadoras, con el objetivo de fortalecer su infraestructura crítica ante esta clase de eventos.
Es importante recordar que, en el último sismo de gran magnitud en Pisco (2007), hubo 510 muertos, 17 mil viviendas destruidas y se cayeron las líneas de telefonía: las personas no podían comunicarse con sus seres queridos. El servicio de telefonía fija se interrumpió por al menos una hora y la telefonía móvil no funcionó a lo largo del día (15 de agosto).
La saturación del servicio móvil por el exceso de intentos de llamada no fue la única razón del colapso de las telecomunicaciones en Ica. También hubo torres dañadas y corte de energía que impedía operar a las antenas. En algunas torres faltaba un motor o batería de respaldo para poder continuar retrasmitiendo la señal móvil ante la falta de energía eléctrica.
El Centro de Monitoreo del Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (Osiptel) reportó que, durante el sismo de magnitud 6.1 ocurrido a las 11:35 a. m., se detectaron 38 estaciones base (antenas) afectadas en la región Lima.
De presentarse un sismo de magnitud 8.8 en Lima, según los expertos, se presentarían derrumbes masivos de viviendas e interrupción de servicios básicos, incluyendo una paralización total del transporte, las telecomunicaciones y la logística urbana. Sería 11 mil veces mayor la liberación de energía y duraría cinco minutos, advirtió Carlos Malpica, director general del Cuerpo General de Bomberos del Perú, quien instó a la población a adoptar las medidas de precaución debidas y tomarse en serio los simulacros.
Alternativas de comunicación
El organismo regulador de las telecomunicaciones recomendó a la población que, en caso de sismos, se comuniquen con sus familiares o amigos mediante mensajes de texto SMS o a través de los servicios de mensajería de sus redes sociales, como WhatsApp, para evitar realizar llamadas que podrían congestionar la red, la cual suele saturarse ante la gran demanda de llamadas en los momentos posteriores a un evento de emergencia como estos sismos de gran magnitud.
En este tipo de eventos es recomendable utilizar gratuitamente el servicio de llamadas 119 desde un teléfono fijo o celular. Este servicio es parte del Sistema de Mensajería de Emergencia implementado por el MTC, y está diseñado para ser utilizado durante desastres naturales o emergencias como terremotos, huaicos o inundaciones.
De presentarse un sismo de magnitud 8.8 en Lima, según los expertos, se presentarían derrumbes masivos de viviendas e interrupción de servicios básicos, incluyendo una paralización total del transporte, las telecomunicaciones y la logística urbana.
Funciona como un sistema de buzón de voz donde se pueden grabar mensajes cortos para comunicar si una persona está a salvo. En caso de emergencia, el usuario marca el 119 y sigue las instrucciones (opción 1) para grabar un mensaje de hasta 30 segundos sobre su situación, dejando nombre y número de teléfono. También se puede seleccionar la opción de escuchar mensajes (opción 2) y luego de ingresar el número de teléfono de la persona que se está buscando, oír los mensajes que hayan dejado grabados.
Para conocer sobre los alcances del evento o vías de evacuación, lo ideal es usar una radio a pilas. En estas ocasiones pueden caerse postes de luz y antenas de telefonía o romperse el cableado de fibra óptica, quedando la población sin acceso a internet. Las radios que tienen ambas frecuencias –AM y FM– son de mayor utilidad.
¿Celulares con radio?
El lunes 16 de junio, al día siguiente del sismo, se aprobó en la Comisión de Transportes y Comunicaciones un proyecto de ley presentado por la congresista Lady Camones Soriano que obliga a las operadoras de telefonía móvil y a las empresas comercializadoras de celulares a habilitar la radio de frecuencia modulada (FM) en los teléfonos: Proyecto de Ley N.° 10285/2024-CR. El dictamen pasará luego al Pleno para su debate y eventual aprobación o rechazo.
La propuesta busca, según sus promotores, dar a la ciudadanía una herramienta para estar informados en momentos de una emergencia, cuando otros medios de comunicación masiva como el internet sufran caídas como consecuencia de un terremoto o apagones generales. La idea es que puedan conocer las zonas de riesgo, recibir recomendaciones del gobierno para accionar en medio de un desastre, entre otros.
«En este caso le están pidiendo a los operadores que sean los responsables, según la ley, de la habilitación de un servicio que muchas veces, en la mayoría de los casos, no tiene nada que ver con el operador sino con la fabricación de los teléfonos».
Carlos Zúñiga, presidente de la asociación de consumidores Elegir
El periodista especializado Jesús Félix Delgado explicó en sus redes sociales que la capacidad de recibir radio FM depende del modelo del teléfono y del operador, y muchos smartphones, como el iPhone, simplemente no incluyen esa función. En un libre mercado no se puede coaccionar la compra de un tipo de teléfono o bloquear la venta de una marca que no incluya receptores para radio, explicó, sino que se deja la elección a discreción del consumidor. Tampoco se puede obligar a brindar cobertura eléctrica 72 horas luego del evento catastrófico, como señala la propuesta normativa.
Carlos Zúñiga, presidente de la asociación de consumidores Elegir, añadió que, en esta ocasión, una vez más, es evidente que los congresistas carecen del conocimiento adecuado sobre cómo funciona la tecnología. «En este caso le están pidiendo a los operadores que sean los responsables, según la ley, de la habilitación de un servicio que muchas veces, en la mayoría de los casos, no tiene nada que ver con el operador sino con la fabricación de los teléfonos. Hay restricción en el software y el hardware, porque algunos equipos no tienen las antenas adecuadas, no son capaces de entender la señal de radio», remarcó.
A su turno, el periodista Marco Sifuentes recordó en su programa en línea La Encerrona que Huawei, una marca que sí incluye receptor de radio FM en sus teléfonos, se llevó a varios congresistas de paseo a la China a conocer sus fábricas algunos años atrás. A su entender, esta norma favorece a las marcas chinas sobre las estadounidenses y no debería ser aprobada. «Mejor tener una radio a pilas en la mochila de emergencia», enfatizó.
