Robots de Elon Musk en el ojo de la tormenta

La semana pasada Tesla presentó sus taxis autónomos y sus robots Optimus, que incluso pueden funcionar como compañeros domésticos. Pocos días después el director de la película “Yo robot”, acusó a Elon Musk de robar ideas del filme para elaborar sus diseños.
Robots de Elon Musk en el ojo de la tormenta | eBIZ Noticias

En el plano industrial se vienen implementando brazos robóticos desde hace ya varios años con el fin de optimizar la productividad. En las minas también hay varias máquinas automatizadas que realizan una serie de funciones de excavación sin poner en riesgo la vida de los trabajadores. Y los autos que se manejan solos, al menos en formato de pruebas, tienen varios años operando. Pero la semana pasada se dio un paso más en el mundo de la robótica de consumo.

Elon Musk captó la atención de los medios el 12 de octubre con un evento llamado “We, Robot” (nosotros, robots). Ahí hizo la presentación en sociedad de Cybercab o “robotaxi”, un taxi autónomo sin volante ni pedales que se empezará a fabricar en 2026, y un vehículo autónomo más grande llamado Robovan, con capacidad para trasladar a 20 personas. Junto a ellos estuvo un ejército de la nueva versión de los robots humanoides Optimus (Tesla Bot), los cuales costarían entre US$20 mil y US$30 mil cuando lleguen al consumidor masivo, pues serán destinados a ayudar en la realización de labores domésticas. 

Los robots salieron de la vitrina y caminaron entre los asistentes, recibiendo instrucciones de propios y extraños con bastante éxito en la interacción. Ellos nacieron como idea en 2021 y como primer prototipo en 2022. Optimus habla, se mueve, carga peso y realiza una serie de actividades repetitivas en el entorno industrial, pero también podrá, según Musk, pasear al perro y servir la mesa. Utiliza la misma tecnología (inteligencia artificial, sensores avanzados, redes neuronales, etc.) que los autos Tesla.   

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La polémica no se ha centrado esta vez en el reemplazo de los humanos en el ámbito laboral, sino que además se ha añadido un componente de propiedad intelectual. Conocidas son ya las intervenciones de Elon Musk advirtiendo los riesgos para la humanidad que conlleva el desarrollo de la inteligencia artificial y la importancia de “educar” a los robots en valores, porque luego serán incontrolables. También ha sido criticado por el futurista Robert Scoble, que acusa a Optimus de depender de un operador – léase guante remoto que maneja el movimiento – para algunas funciones y no ser aun 100% autónomo. Pero ahora también se ha insinuado un plagio en los diseños.  

Con anterioridad a este estreno ya se había comentado en las redes sociales que los robots de Elon Musk eran muy similares a los de la película de ciencia ficción, “Yo, robot”, de Alex Proyas, que protagonizó Will Smith en 2004 y se inspira en la novela futurista de Isac Asimov. En esta oportunidad ha sido el mismo creador de la cinta quien lo encaró en su propia red social “X”, antes Twitter, bajo el mensaje: «¿Me puede devolver mis diseños?».

En su publicación incluyó fotos de los diseños usados en sus películas para los autos, las camionetas y los ejércitos de robots y las comparó con las presentadas en el evento de la semana pasada. Matt Granger, ayudante de dirección de Proyas, se sumó a la crítica, denunciando una falta de creatividad en los productos presentados por Tesla. Aún es pronto para saber si el caso llegará a tribunales y a quienes darán la razón, pero la red social del mismo Musk ya tiene muchas opiniones críticas al respecto.

Impases y bloqueos ideológicos

Las intervenciones y declaraciones de Elon Musk, empresario de origen sudafricano de 53 años, están siempre rodeadas de polémicas. No se puede olvidar su fallido sueño de una cápsula aerodinámicas de aluminio que podrían ser propulsadas a velocidades de hasta 1,200 kilómetros por hora a través de tubos casi sin aire y transportar pasajeros en grandes distancias terrenas (o hasta Marte).

Ese sueño se llamaba Hyperloop, se originó en 2013, cuando Elon Musk presentó “alpha paper”. La iniciativa consiguió fondos e ingenieros, pero no fue suficiente y se anunció su cierre a fines del año pasado. En Europa, mientras tanto, otras empresas continúan trabajando en este tipo de transporte y ya han hecho algunas pruebas.

En los últimos meses ha sido su red social “X” la gran acaparadora de titulares en la prensa latinoamericana. Más allá de los positivos avances que ha generado su presencia en el negocio satelital con Starlink, una alternativa para conectar las zonas rurales con menos cobertura, no todo ha sido positivo y se temía que intereses políticos afectaran su implementación a gran escala. 

Con anterioridad a este estreno ya se había comentado en las redes sociales que los robots de Elon Musk eran muy similares a los de la película de ciencia ficción, “Yo, robot”, de Alex Proyas.

En Sudamérica la red social “X” no ha tenido buenas experiencias con los gobiernos más orientados a la ideología de izquierda, pero ha logrado algunas victorias. En Brasil, tras 39 días de estar suspendido, el juez del Supremo Tribunal de Justicia Alexandre de Moraes ordenó el martes 8 de octubre el desbloqueo “inmediato” de la red social tras confirmar el cumplimiento de los requisitos impuestos, incluyendo el pago de una multa por 28,6 millones de reales (USD 5,2 millones) y el bloqueo de una serie de perfiles políticos que, según la justicia brasileña, divulgaban información falsa e incitaban al delito. 

En cambio, en Venezuela Elon Musk no ha tenido la misma suerte y, tras intercambios de opiniones en el ámbito público con Nicolás Maduro, mandatario de dicho país, la red social fue bloqueada el 8 de agosto. Maduro acusó a “X” de llevar a cabo “campañas de odio” que, supuestamente, apoyaban un intento de “golpe de Estado” después de su cuestionada reelección el 28 de julio. Los venezolanos que acceden y publican textos en “X” lo hacen usando redes privadas virtuales (VPN, por sus siglas en inglés). 

Sin embargo, en Argentina tiene muy buenas relaciones con el presidente Javier Milei, de orientación ideológica contraria a la venezolana. Prueba de ello es que Milei ha republicado esta semana un anuncio de Musk buscando personal argentino para trabajar en el otro Twitter. Ofrecen un contrato de seis meses con posibilidad de renovación y un salario mensual de entre US$4,333 y US$7,973. En Argentina, valga mencionar, Starlink fue recibida a inicios de este año con gran beneplácito y ya lanzó una nueva presentación: Starlink mini, una antena portátil de fácil instalación.  

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