Para el catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y exviceministro de comunicaciones, Carlos Sotelo López, este año es prioritario repotenciar la Red Dorsal y gestionar su mantenimiento de manera eficiente, lo cual no será posible si se persiste en volver a modelos centralizados que no han funcionado en el pasado.
¿Cuál es su balance del 2022 en términos de conectividad? ¿Qué fue lo bueno y lo malo?
En realidad, hemos tenido un 2022 muy complicado. Con idas y venidas. La situación política todos la conocemos: muy inestable. En el caso de la conectividad no ha habido algo que destaque significativamente. El año anterior salió la normativa que establecía el “pago cero” para el transporte de las comunicaciones de las entidades del estado que usan la Red Dorsal. Sin embargo, a lo largo del 2022, si bien es cierto que hay entidades que han hecho uso de esta medida, ha sido muy poco. No ha sido un uso significativo.
Entiendo que se hicieron públicos los primeros casos de uso…
A pesar de que el impacto es evidente, no hay muchos casos. Por ejemplo, el Instituto Superior Pedagógico José Carlos Mariátegui paso de tener una conectividad de 2 Mbps a 100 mbps. Es evidente la mejora con el mismo presupuesto o tarifa. Igual el Hospital Santa Rosa en Matusani, que tenía 40 Mbps por S/8000 al mes y ahora tiene 250 Mbps por S/6000 al mes. Imagine durante todo el año cuántos casos más se podría haber logrado implementar con el impulso adecuado.
¿Por qué no se avanzó más?
Esa es la gran pregunta. No se avanzó porque al interior del Pronatel hubo muchos cambios de directivos. Dentro del ministerio también. Y estos cambios hicieron que no se mantuviera una política continua. Además, es conocido que dentro del ministerio hay diferentes posiciones encontradas. Hay ciertos profesionales que creen que la Red Dorsal debe ser otorgada a la empresa privada para que se haga cargo. Otros piensan que el Estado debe, la palabra exacta no es intervenir, sino tener presencia y regular para que, aun cuando participe la empresa privada, se pueda maximizar los beneficios para la sociedad peruana. Esas dos posiciones han estado en lucha y eso ha traído como consecuencia que no se tomen medidas urgentes en todo lo relativo a la Red Dorsal. La red necesita mantenimiento, repotenciar ciertos equipos, mejorar algunos sitios para tener una redundancia adicional para tener red más estable. Y ha habido acontecimientos curiosos, por ponerle algún termino: cortes en la fibra óptica denunciados al Ministerio Público.
¿Cortes de fibra similares a los robos que sufren los proveedores de tv paga?
Si, exactamente. Ha habido casos que, por lo menos, llaman la atención. Cuando se hacían instalaciones a nuevas entidades que iban a hacer uso del “pago cero”, encontraron cortes que dificultaban o retrasaban la implementación en la calidad requerida.
¿Eran cortes recientes o antiguos?
De las dos cosas. Realmente ha habido un periodo en el cual no se ha hecho un mantenimiento adecuado a la red. Cuando se entrega la dorsal hay como 3000 observaciones. Eso es significativo, porque no se la recibe en buenas condiciones. Pero, tampoco se tomaron medidas inmediatas para solucionarlo. Si un paciente está en situación crítica, se le lleva al hospital. Pero no, se le dejó ahí, por esta disputa sobre qué hacer con ella. Sumamos los cortes que afectan la continuidad del servicio. Esta situación no ha permitido avanzar en la conectividad. Es un tema muy amplio, no se puede solucionar con una sola medida, pero se podría manejar de forma más eficiente. Se conectó San Marcos, la Villa Real, Inictel, pero en un año es muy poco.
Cuando usted era viceministro y diseñaron esta medida, ¿cuántas conexiones habían previsto concretar para el 2022? No creo que hoy pasen de 20, ¿me equivoco?
Claro. Exacto. Deben ser como 20, no tengo el número exacto. Pero no exagero, ya se podría haber propiciado la conectividad de los hospitales regionales y todos los establecimientos de salud [postas en zonas urbanas] que están a un kilómetro de la Red Dorsal. En salud no más, sin inversión adicional, podríamos tener hospitales regionales con una velocidad de navegación similar a la que se consigue en una casa en Lima [100 Mbps].
¿Esperaban superar las 100 instituciones enlazadas a “costo cero”?
Por supuesto que sí. Solo en el sector salud. Una coordinación con el Ministerio de Salud era suficiente. Y faltan los colegios. Da pena ver a los colegios conectados a 2 Mbps. No hago nada con 2 Mbps.
Mientras tanto, ¿Cuál debería ser hoy la prioridad?
Tienen que empezar por una planificación, un orden. El país va al azar. ¿Cuál es el norte? ¿Cuáles son nuestras expectativas y metas? Tenemos que aspirar a ser un país desarrollado y ser eficientes en aplicar el modelo elegido. Es ambicioso. Veamos que niveles de conectividad deben ser necesarios para desarrollar el país y trabajemos en dárselo. Acá se hace al revés. Es lamentable. Si el Estado aumenta su conectividad genera servicios que van a elevar la demanda del privado. Todos se benefician.
El año pasado se observó una leve reducción en conectividad, sobre todo en zonas rurales, porque se regresó a la educación presencial. Para ellos es primero la comida, luego el Internet. Eso genera un gran reto. ¿Cuál debería ser el camino a seguir, independientemente de quien sea presidente?
Un sector tiene varias aristas y segmentos de mercado. Es difícil, casi imposible, solucionar las problemáticas de todos los segmentos en un año. En algunos segmentos la conectividad depende de la economía. Por más que tengan la necesidad y normas que ayuden a eliminar barreras burocráticas, el impacto no va a ser muy grande si el tema económico no está resuelto. Pero el sector educación es urgente atenderlo. Arrancar por algo. Priorizar. No nos detengamos en proyectos millonarios. O pensemos que un modelo centralizado, desde la Secretaría de Gobierno Digital, va a resultar. Eso eleva los costos burocráticos y no trae soluciones. El problema de este modelo es que, en nuestro país, se presta para la falta de competencia y transparencia. No necesitamos un solo operador para todas las entidades del Estado. No podemos regresar al pasado, a un monopolio. Se puede diseñar normas que permitan competir a todos los operadores cumpliendo un estándar básico. Así tendremos mejor competitividad y un presupuesto dentro de nuestras posibilidades.
A Pronatel le quedan solo dos años (2023 y 2024) como administrador temporal de la Red Dorsal…
En realidad, el tema ya debería haberse definido. Tenemos un periodo de máximo tres años para gestionar. ¿Que se hará después? En este periodo debe haber una gestión eficiente.
Pero no está siendo eficiente si hay rotura de fibra y demoras en las compras de repuestos…
Los hechos están ahí. No ha habido continuidad por tantos cambios. Hay retrasos en las compras. Es un problema cuando lo quiere manejar el Estado. Hay buenas intenciones, pero, en mi opinión, el Estado lo que debe hacer es administrar y contratar un tercero para que se haga cargo del mantenimiento completo, incluidos los repuestos.
Además, se están haciendo compras directas
El privado sí lo puede hacer, pero en el sector público no es lo más aconsejable. Todos ya sabemos por qué. Lo más optimo [por ahora] es que el Estado se encargue de la gestión y administración. En la parte operativa, incluido los repuestos, tiene que tenerlo una empresa privada a través de un concurso abierto. El problema no es si lo mantiene un privado o un estatal. El problema es como lo hacemos en forma eficiente y transparente. Ese es el problema de fondo.
Resumiendo, ¿Cuáles deberían ser las tres prioridades este año? La primera prioridad es repotenciar la Red Dorsal. No está funcionando de la mejor manera. Tienen que adoptarse un conjunto de medidas para ponerlo perfecto, 100% operativo en todos sus aspectos. Hablamos de equipamiento, fibra, los programas de supervisión, gestión, etc. Un segundo punto es impulsar la conectividad de todas las entidades del Estado próximas a la red. Priorizando educación, salud y seguridad. Los gobiernos regionales pueden incluso crear puntos inalámbricos libres, en parques o zonas adecuadas. Y tercero, está la integración intersectorial de servicios. Cuando hablamos de internet, la pregunta es para qué. El MTC podría liderar esta integración de servicios públicos [en línea]. Esto es fundamental. Actualmente nadie se compra el problema.