Columnista invitado: Pamela Antonioli
Cuando hablamos de economía circular, lo primero en que se suele pensar es en actividades económicas y, en esa misma línea, en cómo encontrarle un valor a residuos o subproductos que se generan en ellas, de manera tal que se genere un loop que alimente a su vez a otra actividad económica. Sin embargo, la circularidad va más allá. No solo las empresas son llamadas a pensar en cómo darle nueva vida a lo que inicialmente etiquetaban como desechos, sino que también deben pensar en mantener los recursos en uso durante el mayor tiempo posible, algo que puede ser más difícil de concebir, sobre todo en algunos rubros.
Cuando hablamos de mantener, recuerdo la mentalidad de la generación que precedió a los Baby Boomers, y que muchos de estos últimos adoptaron: el comprar cosas durables para que las hereden hasta los nietos. Esa misma mentalidad que los lleva a guardar todos los botones, piezas, cables y otros en un cajón porque podrían servir para algo en el futuro (y que de hecho les dan uso).
Esto parece incompatible con una industria que responde a un mercado detrás de la última versión de las cosas y cuya respuesta ha sido generar ciclos de vida cada vez más cortos en sus productos. Sin embargo, en los últimos años, muchas compañías han innovado para balancear el impacto económico con el ambiental y la circularidad. Una muestra de ello puede verse en el video con Octavia Spencer de Madre Naturaleza que presentó Apple hace poco.
En un panel que compartí con diversos profesionales del sector minero en el Congreso de Economía Circular y Relaves, organizado por Deev, todos coincidimos en que debemos pensar en formas innovadoras no sólo de revalorizar residuos sino de generar menos residuos, y que la circularidad debe generar valor para que sea escalable, siendo el principal reto del sector minero los grandes volúmenes.
Finalmente, la colaboración es indispensable si queremos acelerar el paso en esta tarea, por un lado, porque necesitamos trabajar con la cadena de suministro, pero también con una mirada ecosistémica, con quienes compartimos territorio y con otras industrias, y, por otro lado, porque el compartir las ideas y proyectos entre nosotros nos permitirá avanzar más rápido. Démosle entonces circularidad a las ideas para hacerlas viables, y démosle una vuelta a nuestro mindset para que, al igual que nuestros padres y abuelos, aprendamos a identificar el valor en lo que a simple vista parece ya no tenerlo.