Estudio presentado por la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) reveló que la minería ilegal e informal genera pérdidas en Perú por más de S/ 23 mil millones al año, es decir el 2,5% del PBI del país.
El problema de la minería informal en el Perú no se resuelve solo con buenas intenciones, sino que requiere de un trabajo intenso de las autoridades en revertir sus múltiples causas. La tecnología que se emplea para la trazabilidad del oro puede ser de gran ayuda en ese proceso de combatirla, según el análisis realizado por la consultora V&C Analistas para la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).
En la actualidad, se estima que la minería informal e ilegal representa entre 22% y 28% de la producción total de oro en Perú. En Madre de Dios, donde el 90% de las actividades mineras son ilegales o informales, la minería representa más del 66% de sus exportaciones.
De acuerdo a V&C Analistas, la minería ilegal genera pérdidas al Perú por más de 23 mil millones de soles al año, lo cual equivale al 2,5% del producto bruto interno (PBI). Eso significa que mueve más recursos económicos que el narcotráfico y genera muchos problemas adicionales en otros sectores, como la agricultura y el turismo, al destruir el ecosistema. De hecho, se estima que más de 1 800 000 personas que trabajan directa o indirectamente en la minería formal se ven amenazadas por las acciones delictivas relacionadas con la minería ilegal.
Esta actividad, que emplea a más de 400 mil personas en el Perú en condiciones muy por debajo de los estándares, está extendida por todo el país. Los territorios con mayor riesgo de seguridad, según V&C Analistas, están en la selva central, Loreto, Madre de Dios y Puno, pero también hay movimiento importante en el norte y en la costa, especialmente en Arequipa e Ica.
El Perú, además, es en donde se procesa oro para llevarlo de contrabando a Bolivia y exportarlo desde ahí. Según un reporte de La República, más del 50% de la producción ilegal de oro en Madre de Dios y Puno es contrabandeada a Bolivia sin pagar impuestos y el 80% de las exportaciones de oro de Bolivia tienen origen peruano.
¿Cómo parar con este tipo de producción informal? V&C Analistas ha recogido muchas recomendaciones, desde fortalecer la presencia del Estado en zonas alejadas o fronterizas e identificar las redes criminales implicadas hasta aprobar el plan nacional contra la minería informal. Además, recomiendan crear un sistema de trazabilidad del oro y de los insumos/ bienes que se utilizan y establecer la obligatoriedad de obtener certificados de trazabilidad en todo el proceso: extracción, transporte, procesamiento, comercialización y exportación.
La formalización minera integral se logrará si se consigue definir la plena trazabilidad del proceso productivo, tal y como sucede con la minería formal. De esta manera se identificará el origen y la ruta de cada gramo de oro, lo que ayudará a poner las herramientas adecuadas para solucionar cada problema que se presenta en la cadena productiva.
La trazabilidad es un método de rastreo del proceso productivo, que comprende el registro de todas las actividades, desde las condiciones de los mineros que extraen el oro hasta los recibos de la fábrica en la que se han procesado. Esto permite ser más eficientes, pero también identificar a quienes no cumplen con cuidar el medio ambiente. En la Unión Europea y Canadá, por ejemplo, hay certificaciones a quienes cumplen con la trazabilidad y esto les permite ganar mejores contratos.
La tecnología es la gran aliada de la trazabilidad en la industria minera formal. Gracias a la inteligencia artificial (IA), la nube, blockchain y el internet de las cosas, la trazabilidad se ha vuelto más precisa y eficiente. Las plataformas online permiten a las empresas mineras llevar un registro detallado de la historia de los activos mineros y hacerlo accesible desde cualquier lugar gracias a la nube. Mapear todo el proceso en un solo lugar permiten identificar cuellos de botella y solucionarlos. La IA y el Machine Learning (ML) pueden entregar predicciones, permitiendo obtener una ventaja competitiva, aumentar los ingresos, reducir costos y automatizar los procesos de negocios.
Sepa más: El proyecto ‘Just Gold’ financiado por la Unión Europea fue el primero en rastrear el oro artesanal responsable desde la propia mina, situada en Costa de Marfil, hasta el mercado internacional siguiendo los estándares globales. Ello asegura a los consumidores que el oro que compran proviene de una fuente responsable (es decir, no hay incidentes de trabajo infantil, condiciones de trabajo inseguras, falta de estándares ambientales o delitos financieros) y se puede rastrear hasta su origen.