Columnista invitado: Percy Augustin es presidente del directorio de Digital Holding Corp. y presidente de la Asociación Peruana de Factoring (APEFAC)
En el programa del MIT Professional Education, el Dr. David Niño nos hablaba hace poco de la importancia de poder definir de manera correcta un problema: “El líder de una institución desempeña un papel fundamental en esta primera fase del proceso de resolución de problemas. Su función consiste precisamente en ‘localizar esos problemas allí donde el resto no los ve’. En este sentido, la perspicacia y anticipación a la hora de detectar problemas son cualidades que definen a un buen líder. Estas las distingue de los gerentes, cuya labor sería solucionar estos problemas”.
Hoy en el Perú, debido a lo duro y complejo de esta crisis de la COVID-19, muchas organizaciones han perdido el foco sobre el problema por el que cada una de ellas atraviesa, cuando su definición y planteamiento debería más bien ser claro, breve y específico. Adicionalmente, sin incorporar en él la posible solución, debería más bien estar definido de forma que el líder de la organización tenga la capacidad de solucionarlo, porque está bajo su control. Un mal planteamiento del problema, por otra parte, desembocará en un respiro momentáneo en vez de una solución, siendo tan efectivo como una aspirina para combatir una infección.
Cómo líderes de nuestras empresas, debemos empezar por plantear adecuadamente el problema que venimos atravesando- este podría ser falta de liquidez, reducción en el número de clientes, mal clima laboral, por ejemplo- lo importante es considerar que esta tarea únicamente del líder y no se puede delegar. Si somos capaces de encontrar un problema y lo resolvemos de forma efectiva a través de una solución creativa, habremos logrado un tipo de innovación en la toma de decisiones, demostrando nuestra capacidad de liderazgo.
Recordemos que hoy tenemos a nuestra disposición tecnología que nos ayuda a solucionar muchos de los problemas bien planteados como, por ejemplo, falta de liquidez (con el uso de herramientas digitales de factoring), reducción en el número de clientes (con mayor presencia en redes sociales), mal clima laboral (con estrategias virtuales de clima), etc. Ahora más que nunca, el diferencial del líder es la cualidad de identificar ese problema y abordarlo de manera creativa e innovadora.