Columnista invitado: Hans Rothgiesser. Economista de la Universidad del Pacífico con maestría en periodismo por la Universidad de Gales (Reino Unido). Actualmente miembro del Consejo Consultivo del Grupo Stakeholders.
Deon Cole es un comediante afroamericano que actúa hoy en día en series de televisión, pero que comenzó como escritor de guiones para otros cómicos. El más notable de estos es Conan O’Brien, que lo tuvo en su staff por varios años. Nació en Chicago y se inició en la comedia cuando un amigo suyo le apostó 50 dólares a que no se atrevería a subirse a un escenario a contar chistes. Desde entonces Cole ha mantenido un buen equilibrio entre su pasión por hacer reír a la gente y vivir de eso. En el año 2010 Conan O’Brien tuvo un conflicto legal con NBC, el canal que emitía su programa, y como resultado fue prohibido de aparecer en televisión por nueve meses. De esta manera, él y su equipo, que habían pasado años emitiendo un programa de televisión diario y perfeccionando algunos estilos que luego aplicarían en otras producciones, de pronto estaban limitados de hacer lo que les gustaba tanto hacer y de generar dinero con eso.
Conan O ‘Brien entonces tuvo la idea de seguirlo haciendo todo, solo que no en televisión. El acuerdo legal al que llegó con la cadena NBC era que no podía ser gracioso en televisión (textual), pero no decía nada de hacerlo en vivo. Fue así como O’Brien armó en tiempo récord el tour The legally prohibited from being funny on television Tour (en castellano: El tour legalmente prohibido de ser gracioso en televisión). Parte del tour y comentarios adicionales que explican su contexto legal son parte del documental Conan O’Brien can’t stop (en castellano: Conan O’Brien no puede parar). Ambos fueron muy bien recibidos por el público, que interpretaba la imposición de NBC como un abuso. Que ciertamente lo era.
Dependiendo de la ciudad en la que se estuviera presentando, habría invitados especiales. Todo esto era posible por los contactos que había hecho O’Brien durante sus años entrevistando celebridades. Por ejemplo, en Nashvile tocó Jack White y en Seattle tocó Eddie Vedder. Varios artistas que habían sido parte de su show también tuvieron espacio, como Deon Cole.
Toda esta aventura rindió. No solamente sirvió para consolidar la imagen que tenía O’Brien y su equipo con el público, sino que además representó cerca de 4.7 millones de dólares de ganancia. Aun así, toda la operación era bastante humilde, pues los recursos con los que se contaba para implementar el tour eran escasos. Por eso, si alguno de los artistas que estaban acompañando a O’Brien durante el tour incurría en un destrozo en uno de los hoteles, debía pagarlo él mismo. No había dinero para darse grandes lujos.
Deon Cole luego de una de las presentaciones de este tour, regresó a su cuarto de hotel con varios otros miembros del staff y celebraron que todo había salido bien, consumiendo los productos que el hotel ofrece en el minibar de la habitación. A la mañana siguiente Cole se fijó en cuánto costaba cada uno de los artículos que había consumido y se dio con la sorpresa que los precios eran bastante altos. Esto lo tendría que pagar él de su bolsillo. Sin embargo, dado el contexto del acuerdo legal, no contaba con una excelente situación financiera. Decidió entonces hacer lo que sorprendentemente muy pocas personas hacen.
Por horas visitó distintos supermercados y bodegas con la lista de todos los productos que habían consumido del minibar. Uno por uno los fue reponiendo a precios muy por debajo de lo que el hotel cobraba. Hubo uno en particular que le tomó más tiempo que los demás, un chocolate en presentación especial. Pero finalmente lo consiguió y con su lista completada regresó a su habitación a colocarlos todos en el minibar y esperar que el hotel no se diera cuenta del cambio. Lo que sea para reducir los costos de mantenerse en el tour.