Fabiola León Velarde: “No basta con definir una estructura institucional [un nuevo ministerio]” | Especial Ministerio CTI: Una Propuesta Bajo La Lupa

Para la ex-presidente de Concytec, una política pública exitosa requiere continuidad, simplificación administrativa y eficiencia de uso de recursos.

Fabiola León Velarde, ex presidenta del Concytec, considera que una política pública exitosa requiere continuidad en el tiempo, simplificación administrativa y una adecuada orientación de recursos para la investigación, no para trámites burocráticos.

¿Qué le parece la propuesta del ejecutivo de crear ahora un Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación (MINCITEIN)? ¿Por qué si o por qué no?

Los países que en las últimas décadas alcanzaron su desarrollo y hoy exportan productos de tecnología avanzada, producto de su desarrollo científico y tecnológico, lo hicieron no necesariamente porque tuvieran un ministerio, sino una voluntad política acompañada de una estrategia de largo plazo, por una significativa inversión de recursos públicos y privados, así como un marco institucional adecuado y flexible que les permitía cumplir sus propósitos, y una gestión eficiente.

Una política pública exitosa en esta materia, como está ya bien demostrado, requiere un compromiso de las más altas autoridades sostenido en el tiempo; importantes recursos para la investigación distribuidos adecuadamente con criterios meritocráticos y en función de prioridades nacionales claramente definidas, tanto en lo social como en lo productivo; una adecuada infraestructura para el desarrollo de la labor científica y tecnológica, y la simplificación de normas y procesos administrativos que obstaculizan el avance científico y tecnológico.

Hoy se propone la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología a tan solo 6 meses de creado el nuevo sistema (SINACTI)

Desventajas [del proyecto presentado] no son pocas. No es de desdeñar la alta inestabilidad de él o la titular del ministerio, propia de todo ministro, con el efecto que ello tiene en la continuidad de la política pública. Existe el riesgo que los escasos recursos con que hoy se cuenta se gasten en adecuar la estructura institucional a las exigencias de la ley del poder ejecutivo, en detrimento de la investigación científica.

¿Qué le falta o que se debería modificar de esta propuesta remitida por el ejecutivo al congreso?  

Sin duda, un ministerio le otorgará a la ciencia y la tecnología un estatus formal en la estructura del poder ejecutivo que de otra manera no tendría, y por lo tanto, un mayor poder de negociación presupuestal. Sin embargo, el Proyecto de Ley no señala, por ejemplo: 1) que problemas atenderá el Ministerio que el actual sistema no puede resolver (siempre y cuando hubiese estado adecuadamente dotado de los recursos necesarios), 2) mayores incentivos y la promoción de los investigadores, universidades, institutos y empresas adecuadamente calificados, 3) la gestión territorial de la ciencia y tecnología, y el financiamiento correspondiente, 4) la naturaleza transversal de las actividades y políticas de ciencia y la tecnología.

¿Para qué sería útil esta propuesta? ¿Es una reacción ante la necesidad de la falta de apoyo a la ciencia en el país o una respuesta a un movimiento o estrategia política?  

Seguramente el ministerio se crea con la buena intención de articular la gestión de la CTI. Lamentablemente, la propuesta no trae nada nuevo.  

¿Qué le parece que el Concytec sea absorbido por el ministerio y maneje un presupuesto dependiente de este? (arranca con cerca de S/40 millones y pasa luego a unos S/70 millones anuales)

El proyecto propone ajustes en funciones, articulación, presupuesto y algunos alcances adicionales con respecto al actual sistema, pero no está claro cómo se integrará investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación con un enfoque transversal, que permita nuestro desarrollo.

No se plantea como los instrumentos de política que existen van a facilitar y alinear nuestro acercamiento a un desarrollo inclusivo y sostenible. Cómo responderemos a la dirección que debe tomar la política de CTI, la distribución de costos y beneficios, la capacidad técnica y política de quienes sean responsables de ese ministerio, y tampoco si estamos listos para esto con las capacidades existentes.

A su entender, ¿Qué hace falta para evitar la fuga de talentos científicos, potenciar la innovación y tener desarrollo tecnológico local? ¿Cuál sería el camino que deberíamos seguir y porqué ese sería el adecuado?

En julio 2021 se promulgó la ley que estableció una nueva gobernanza para la ciencia y tecnología peruanas que contempla: un Concytec fortalecido como ente rector, encargado de políticas y planes; una Comisión Consultiva de alto nivel; una instancia de coordinación interministerial (la Comisión Multisectorial, que preside el Concytec); y, dos agencias de implementación. Pro-ciencia, que financia la formación de investigadores y el desarrollo del conocimiento en universidades e institutos públicos de investigación, y Pro-innóvate, que promueve el trabajo de científicos y empresas en favor de la innovación en la actividad productiva. Esta arquitectura institucional se dio como producto de múltiples estudios y buscaba articular nuestro precario y fragmentado sistema de ciencia y tecnología.

Hoy se propone la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología a tan solo 6 meses de creado el nuevo sistema (SINACTI). Un ministerio le otorgará a la ciencia y la tecnología un estatus formal en la estructura del poder ejecutivo que de otra no tendría, y por lo tanto, un mayor poder de negociación presupuestal, pero las desventajas no son desdeñables, como mencione antes.

Seguramente el ministerio se crea con la buena intención de articular la gestión de la CTI. Lamentablemente, la propuesta no trae nada nuevo.  

No basta, por lo tanto, definir una estructura institucional, más aún cuando la existente estaba por probar su efectividad, es necesario sobre todo invertir recursos para acortar las grandes brechas que existen en esta área fundamental para el desarrollo del Perú, e invertir principalmente en lo más importante que tenemos, nuestro recurso humano.

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